Andrew Riley, alguien que convive mediante con lobos no espera que al ser transferido de la escuela además de que un rubio le ponga ojos encima.
No espera tener que contar su mayor problema.
¡¡MaleOc.
¡¡No se aceptan copias ni adaptaciones.
¡¡Los p...
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Bien, no, mal.
Solto un chillido frustrado escuchando las risas de los chicos.
—Tengo que dormir, me levanto temprano.– Recordó apuntando a uno de ellos el cual solo sonrió burlon.
—Es solo una vueltita, no te viene mal.– Se defendió.
Los chicos llevaban unos 30 minutos intentando convencerlo de que fueran al bosque al dar unas vueltas y de paso aprovechar para cazar un que otro animal.
Solo viró los ojos dispuesto a ignorarlos e irse a dormir.
Aunque sus planes se vieron frustrados cuando unas manos agarraron su cintura y en un parpedeo se encontraba sentado sobre los hombros de Paul.
—¡Oye!– se quejo intentando bajarse mientras escuchaba las burlas de los demás.
—Tu vienes quieras o no.– Hablo el de problemas de ira.
Se tuvo que sujetarse cuando repentinamente todos corriendo hacia el bosque por lo que solo suspiro.
Die en salto todos estaban el suelo pero transformados en un perro gigante.
Y el termino de pie sobre el suelo mientras Paul se acercaba y lamia la mitad de su rostro a lo cual se quejo.
Algunos lobos solo se rieron, bueno más bien suspiraron divertidos.
De un rápido movimiento un lobo empezó a correr y todos lo empezaron a seguir, sintió el leve cabezazo que le dio Paul indicando que sería mejor que los siguiera.
Solo miro divertido como algunos de los lobos se chocaban entre ellos como un juego, apesar de que sabía de que si uno le chocaba así se rompería un brazo.
Miro sus manos y bajo su mirada a sus muñecas sacando las muñequeras y guardándose en su bolsillo.
Se estiro levemente antes de extender su brazo y de como si estuviera en un concierto de rock estirarla mano.
De un segundo a otro estaba sobre los lobos mientras se colgaba con las telarañas por los árboles.
Tomo impulso hasta que quedo sobre los árboles y cerró los ojos por unos segundos sintiendo el aire golpear su rostro.
Antes de caer completamente volvió a usar la telaraña para colgarse de los árboles y columpiandose escuchando los ladridos de los lobos.
Aunque el viaje terminó cuando sintió un cosquilleo fuerte en el cuello a lo cual intento bajar rápidamente pero termino tropezando y su cuerpo recibiendo la tierra.
Embry se acerco y lo intento levantar con su osico preocupado, pero lo detuvo rápidamente.
—Ahí alguien cerca.– Advirtió levantándose rápidamente a lo cual los lobos se pusieron en alerta empezando a olfatear.
