WARDROBE MALFUNCTION - JUANTIN

8 de enero

8 de enero - 4 horas antes de la Gala 6 de OT23

"España entera lleva toda la semana viéndote ser la persona más sexy del país", dijo Juanjo mientras guiaba a Martin por la puerta de las duchas, para cerrar sigilosamente una vez estuvieron los dos dentro. "Así que creo que tu do se merece un show más... privado". La mirada de Juanjo era afilada, y si le preguntaban a Martin, más oscura de lo que había visto nunca.

Las luces de las duchas estaban apagadas, lo que hacía del resplandor que se colaba por debajo de la puerta y el brillo de la pantalla del móvil de Juanjo las únicas fuentes de iluminación.

"Vamos, piensa en esto como un baile privado... Solo para mí". Los pasos de Juanjo hicieron retroceder a Martin, que se apoyó contra la pared cuando ya no encontró más espacio a dónde ir.

Martin tragó saliva y siguió las instrucciones de Juanjo, sintiendo la excitación comenzando a formarse en su vientre bajo. Estaba siendo hiperconsciente de su cuerpo. De cómo el fino cuero de los pantalones se agarraba a sus muslos cada vez que hacía cualquier mínimo movimiento. De cómo la fina malla de su camiseta rozaba constantemente contra sus pezones, cada vez más duros por el contacto constante. Y sobre todo, de cómo unas finas perlas de sudor empezaron a formársele en la nuca, tratando de coger aire mientras se perdía en un par de ojos verdosos en los que había un brillo que no había visto antes.

Entonces Juanjo abrió la cámara de su móvil.

Se le puso la piel de gallina, y no sabía si culpar a los fríos azulejos a su espalda o a la intensidad de la mirada de Juanjo detrás de la cámara del Píxel.

El mayor se acercó para deslizar su pulgar sobre su pezón derecho, que estaba duro y completamente visible, rozando la fina malla de la camiseta que le habían dado en vestuario. No era la rejilla que tendría que llevar más tarde en la actuación, pero de igual manera dejaba poco espacio para la imaginación.

"Ahora mira a la cámara, bebé. Así. Perfecto." La cámara disparó, y el flash lo cegó temporalmente. Mientras parpadeaba, el toque ágil de Juanjo se había dirigido a su pezón izquierdo, y no tuvo tiempo de recuperarse antes de que el flash disparase de nuevo.

Martin estiró el brazo mientras hacía un puchero, en un intento de sobornar la mayor para intentar juntar sus cuerpos. Sin embargo, Juanjo puso una palma en su pecho, presionándolo contra la pared antes de negar lentamente con la cabeza.

La cabeza de Martin cayó, en una búsqueda desesperada por el contacto de su piel, deslizándola y apoyándola lentamente por el antebrazo de Juanjo, de una manera de lo más similar a la de un gato en busca de caricias.

El flash volvió a cegarle nuevamente.

"Juanjo". Su voz era débil y aguda. "Por favor" Sus caderas se movieron hacia adelante involuntariamente, separándose de la pared, y con un tono de súplica inundando su voz.

"¿Quieres que te toque?", preguntó Juanjo de manera inocente.

Con la boca entreabierta Martin levantó la mirada para asentir lentamente, mientras seguía intentando acercarse al mayor, que mantenía la palma de su mano en el pecho del vasco.

"Vale... Pero creo que me lo vas a tener que enseñar". La mirada de Martin parecía confusa, ante lo que el mayor continuó. "Tócate como te gustaría que te tocase".

La respiración de Martin se cortó momentáneamente ante la petición de Juanjo. ¿Era ese el tipo de show al que se estaba refiriendo? Si era así, dos podían jugar a ese juego.

Martin pellizcó repetidamente su pezón derecho a través de la malla, con un poco más de presión de la necesaria, hasta que empezó a ser demasiado. Hasta que los gemidos escapaban de su boca se mezclaban con respiraciones entrecortadas de lo más obscenas. Una vez. Y otra. Mirando a Juanjo con tanta intensidad que el mayor pensó que podría quemarse si lo hiciese durante unos minutos más.