❝ 𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 ❞ || Chestappen

Need to know

Hubo una vez en la que sus vidas estaban llenas de momentos íntimos y amorosos. Donde las palabras sobraban y sabían lo mucho que se amaban sin necesidad de enseñárselo al mundo, pero eso había cambiado hace algunos años.

Las cenas donde hablaban hasta que el sueño los alcanzaba se habían vuelto silenciosas, con el temor de empezar una pelea sinsentido. Los fines de semana juntos habían sido reemplazados por salidas en solitario con amigos y las platicas de madrugada habían sido sustituidas por el manto nocturno cubriéndoles sin más, en silencio pero sin poder conciliar el sueño.

Sergio y Max se habían casado cinco años atrás, su relación comenzó tres años antes de ese mágico día, del que solo quedaban recuerdos perfectos, pero eran eso, recuerdos.

Su realidad había cambiado después del segundo año de casados, ninguno sabía porque, sin embargo sabían que se amaban, no había duda de ello, solo eran demasiado tontos u orgullosos como para hablar al respecto.

¿Qué nos pasó?

Era la pregunta que vivía continuamente en sus mentes sin ser pronunciada. De cierta forma habían aprendido a vivir con eso, mientras que para el mundo eran la pareja perfecta, con sus instagrams llenos de posteos donde estaban abrazados o tomados de la mano, sonriendo ante la cámara y en los eventos siempre uno al lado del otro, hasta que al llegar a su hogar, ni un roce. ¿Cuando fue la última vez que compartieron un beso en la soledad de su hogar?

Aquella noche parecía pintar como siempre, aunque ambos se habían retirado, eran accionistas de Red Bull y al mismo tiempo ex pilotos estrella, por lo que casi siempre eran requeridos para los eventos de la marca. Claro que podrían negarse, pero no tenían otra cosa que hacer, aparte de pelear.

"Max, ya vamos una hora tarde. ¿Puedes apurarte?" Bufó el mexicano viendo cómo su esposo se volvía a cambiar de camisa y observaba una playera polo de la escudería "Ni creas que te vas a llevar eso" Tomó la prenda entre sus manos para arrojarla a alguna parte de la habitación.

"Tampoco tenías que tirarla" Soltó el menor viendo en dirección donde había quedado su querida playera. Se mordió los labios evitando soltar algún improperio contra la cultura del mexicano, ya que siempre había escuchado en las reuniones familiares sobre esa fama de llegar tarde a todos lados, pese a saber que no era el caso de su esposo, que siempre era puntual.

Mientras seguía divagando, vió como el mayor dejó una camisa de vestir negra sobre la cama, claramente diciendo que se pusiera eso para poder irse de una bendita vez, le iba a decir algo como 'No me digas que hacer' pero Sergio ya no estaba en la habitación. Soltó un suspiro pesado, cuando su relación inició el pecoso era mucho más paciente y considerado, ahora parecía estar de mal humor todo el tiempo, aunque no podía culparlo, él mismo tampoco sentía que era igual que cuando empezaron.

Tomó la camisa para ponérsela y sonrió un poco, era una de las favoritas de su esposo y olía a este, aunque sentía que le quedaba mejor a él, se dejó los primeros tres botones abiertos. Estaban en Abu Dhabi, el evento no era formal, sería en un club nocturno, Horner quería cerrar un trato con un nuevo inversionista que se sabía amaba la fiesta, por lo que no tuvo mejor idea que invitarlo a una noche de tragos junto al personal de la empresa.

Cuando llegó al auto, notó un poco más lo que llevaba puesto Sergio, una camisa blanca, igual con los primeros botones abiertos, aunque sabía que eso era porque si los cerraba, parecía que los pobres hacían un sobre esfuerzo por mantener la camisa cerrada. Tal vez se la pasaban peleando, pero estaba consiente de lo sexy que era su esposo. También llevaba un pantalón beige que él le había regalado, pues hacía resaltar su trasero.

"Te ves bien" Dijo mientras cerraba la puerta del auto y se ponía el cinturón de seguridad, le vio verle de reojo y sonreír un poco. Claro, posiblemente tenía días o semanas sin decirle algo lindo.