Butterfly y Coco vivían su vida normal, cuando en el hospital de la Ciudad Osito un paciente que había salido de un secuestro reciente, empezó a sentir síntomas como náuseas, vómito, un hambre indeseable incluyendo una apariencia muy diferente a lo...
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Las clases estaban aburridas los estudiantes seguían en la cafetería disfrutando de su desayuno cuando se escuchó una alarma en toda la ciudad, está venía del gobierno de la misma. Los estudiantes estaban confundidos, estos simplemente se acomodaron en sus lugares escuchando con atención.
—Ciudadanos de la ciudad, se les pide que todos salgan de la ciudad debido a inconvenientes en la ciudad—¿Inconvenientes? Se preguntaron.
Aunque ya no hay tiempo para explicar debido a que varios muertos vivientes se encontraban en dirección a la preparatoria. Estos corrían con rapidez listos para comer la carne de los demás habitantes de la ciudad.
El sonido de las ventanas rotas resonó por el aula, habían entrado corriendo empezando por la maestra de el aula, rápidamente todos se levantaron de sus lugares empezando a correr.
—¡HAY QUE SALIR DE AQUÍ!—Gritó Coco mientras que todos empezaban a correr por sus vidas.
Poco a poco la escuela se iba llenando de estás criaturas, los tres hermanos desesperados corrieron junto a Rosita cuando de la nada se abrió una puerta jalando a los cuatro al interior.
—¿¡QUE ESTA PASANDO!?—Gritó Niebla alterada.
—Shh, guarden silencio o los traerán aquí—Dijo una osa de color rojo de nombre Cereza que se encontraba algo preocupada, estos levantaron la mirada viendo al alrededor.
Se encontraban varios estudiantes entre estos: Pompón el nieto del director, Azulin y Gordi ambos siendo hermanos y grandes compañeros, Muffin una osa alegre o algo inocente pero sin duda una dulzura, BonBon un oso lleno de temperamento y Krystal una joven osa algo desanimada pero no se puede decir mucho.
Los hermanos no dijeron nada al respecto, estaban muy asustados por lo que estaba pasando, parecía que se encontraban en una película de terror.
—Ok traten de relajarse, todo estará bien—Mencionó Muffin amablemente tratando de relajar a los chicos.
—¿Cómo vamos a estar bien? La ciudad está evacuando ahora y posiblemente no alcancemos salir de este lugar—Mencionó Niebla algo asustada, estaba confundida, sentía que quería vomitar.
—Solo cállense, trataremos de salir de este lugar—Dijo Cereza tratando de relajar a los hermanos y todos los presentes.
—Muy bien, en ese caso ¿Cuál es el plan? ¡Oh cierto! ¡No tenemos! Apenas y nos conocemos—Exclamó Azulin.
—Guarda silencio Azulin! Tal vez nos están escuchando—Gritó Gordi tratando de que guardara silencio.
—Bien, ya, todos guarden silencio, saldremos de aquí, tal vez con una llamada ¿Quien tiene teléfono?—Preguntó Cereza mientras que buscaba a qué alguien contestara.
Butterfly sacó su celular de su bolsillo por lo que se lo pasó a Cereza la cual lo tomó. Está hizo una llamada esperando a que contestaran pero no hubo respuesta alguna.
—No hay señal.—Afirmó.
—¿Ese es el único plan que tienen? ¿Que tal el cuarto de informática? Podremos pedir ayuda por ahí—Sugirió Coco mientras que escuchaba toda la conversación.
-No podemos salir ahora, lo más adecuado es hacer una barricada, así no podrán entrar-Dijo Krystal haciendo que todos empezarán a juntar muebles para que los zombies no entrarán en la habitación.
—Me pregunto...¿Cómo estará Margarita, Mamá y Papá?—Se pregunto Butterfly mientras que empezaba a ayudar con la barricada.
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Mientras tanto fuera de la preparatoria se encontraba toda la gente de la ciudad evacuando en botes que los llevarían a una ciudad mucho más segura, pero entre todos se encontraba 3 osos muy preocupados en la costa.
—Pero Oficial, mis hijos están en la escuela, no los podemos esperar?—Preguntó Nieve el padre de Niebla, Coco, Margarita y Butterfly.
—Lo lamento señor pero no podemos regresar, ya vamos a zarpar—
—¡No, yo no me voy sin mis hijos!—Exclamó Sky, progenitora de los ya mencionados.
—Lo siento señora, pero ya debemos irnos, quizás estén en otro barco pero ahora debemos irnos—Mencionó aquel oficial haciendo que todos subieran a los botes para poder salir de la ciudad.
Margarita solo tomó su celular para intentar llamar a sus hermanos, era inútil, la señal se había ido, no había forma de llamar a nadie en este estado.
Siendo la mayor de los hermanos, claramente estaba preocupada por lo que solo suspiró intentando volver a llamarlos sin ningún éxito.
