Imagina un puente de acero con luces brillantes a lo largo de sus barandillas, iluminando el camino sobre el río oscuro y tranquilo. El reflejo de las luces en el agua crea un efecto de brillo suave en la superficie del río. El cielo está oscuro, con estrellas brillantes y una luna llena iluminando la escena. El puente se extiende a lo lejos, creando una imagen impresionante de arquitectura en contraste con la calma del agua debajo. El conjunto crea una impresión de calma y serenidad en la noche. Y allí estaba yo, encima de ese puente mirando tranquilamente el río y envidiando esa paz que poseía.
- Hola chico. No es bueno pensar mucho.
+ Vaya, así que incluso apareces aquí, pensé que solo lo hacías mientras estaba encerrado en casa.
- Sólo lo hago cuando tienes la mente perturbada.
+ Me gusta como se ve.
- La vida se parece mucho a un río.
+ ¿En qué?
- Ese río no siempre está tranquilo, a veces sus aguas son feroces y turbulentas, son aguas violentas creadas por tempestades. La vida también tiene tempestades, pero hay que ser fuerte y resistir las tormentas, para luego así poder apreciar la calma.
+ Mmm, sí comprendo. Al fin y al cabo, no apreciaremos el valor de la tranquilidad sino conociéramos los tormentos.
- Exacto chico.