CAP III: Campanas para tu funeral

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Tres meses...

Tres meses habían pasado desde que Nobita había desaparecido de manera misteriosa, los efectivos policiales hicieron todo lo que estaba a su disposición, pero ni así lograron encontrar pista alguna del paradero del niño.

Semanas después cerca del lago al Este de la ciudad el cuerpo sin vida que un niño que bordeaba la edad del pequeño Nobita Nobi fue hallado; la policía no descarto que se tratase de él.

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La noticia estaba en todos los periódicos del país, incluso habían abarcado parte de las noticias del mundo; los Nobi hicieron un funeral y esto se transmitió de forma simultánea en la mayoría de los canales de noticia.

Todos los amigos del niño se encontraban rodeando el ataúd, en especial resaltaba una inusual criatura que aparentaba ser un mapache azul; el extraño ser lloraba a mares, pataleaba y gritaba con todas sus fuerzas, solo los más cercanos a la familia sabían la clase de relacion que guardaban el niño y el mapache.

El funeral termino y los Nobi anunciaron que se mudarian a otra ciudad y así lo hicieron, esa misma noche Tamako y Nobizuke Nobi se fueron a otra ciudad; se llevaron  a Doraemon y algunas de sus pertenencias.

La casa se quedó intacta, todas las cosas estaban allí, la habitación de Nobita seguía conteniendo todas y cada una de las cosas que el niño poseía. Y eso nos lleva a Shizuka quien desde el día del funeral ha pasado sus tardes encerrada en la abandonada casa de los Nobi, nadie sabe como ingreso, pero ella es la única a la que se ve entrar y salir de aquella casa.

—¿Lograste encontrar algo?— preguntó mientras acomodaba varias fotografías en la pared.

—Aún nada, a decir verdad es una desgracia; cada vez que tenemos algo todo simplemente se estropea y volvemos al inicio— se quejo, aun así volvió a su trabajo en una computadora.

—Aún no te rindas Dorami, recuerda lo que nos dijo Sewashi— habló con entusiasmo.

Hace varios días atrás Shisuka había recibido una visita inesperada de su tataranieto, quien le había explicado el porqué Nobita no podía estar muerto aún; la chica entendiendo el tema preguntó que podría hacer para encontrarlo. Sewashi se limitó a decirle que ella tendría que investigar junto a Dorami ya que Doraemon estaba indispuesto y que no podrían convencerlo de ayudarlos porque el pobrecito estaba demasiado triste y bastante sensible.

Con eso dicho, Sewashi le dio a Shisuka todas las comodidades posibles para que ella investigara la desaparición de su abuelo además de darle el libre albedrío para usar la máquina del tiempo.

Los avances de Shisuka habían sido increíbles, descubrió la hora próxima a la que Nobita habría desaparecido, las calles y el posible mobil por el cual se lo hubieran llevado; aunque lo último se descarto porque Dorami negó que se tratara de un secuestro.

—Dorami, alista la máquina del tiempo, iremos al día de la desaparición pero diez minutos más tarde— indicó Shisuka.

Dorami dejo su trabajo en la computadora y se dirigió a programar la maquina del tiempo, mientras Shizuka alistaba su cámara y algunas cuantas bolsas herméticas.

Cuando Dorami dio aviso, la castaña fue corriendo a donde estaba la robot; viajaron varios minutos después de realizado el secuestro.

-NOBITA, EL HEROE DEL TIEMPO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora