Capítulo 1: Afasia

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-Momo-

Las personas con afasia de Wernicke pueden producir muchas palabras y a menudo hablan usando oraciones gramaticalmente correctas con prosodia normal. No obstante, a menudo lo que dicen no tiene sentido o incluyen en sus oraciones palabras inexistentes o irrelevantes. Es posible que no se den cuenta de que están usando palabras incorrectas o una palabra inexistente y con frecuencia, no son plenamente conscientes de que lo que dicen no tiene sentido.

-Señorita Hirai, por los dos mil dolares, deme un ejemplo de enfermedad neurodegenerativa-, fácil, Alzheimer.

-HUEVOS REVUELTOS-

(Risas enlatadas)

Por que todos se ríen, bola de inútiles.

-¿Disculpa?-

-Huevos revueltos-

-Esto no es gracioso señorita, ¿QUE TIENEN QUE VER LOS HUEVOS REVUELTOS?, eres una inútil.-

HUEVOS REVUELTOS, ¿de que mierda habla?. Vieja chiflada.

-Nunca vas a ser doctora, solo eres una zorra arrogante-

BEEP BEEP BEEP

-Sueño de mierda, no vuelvo a dormirme encima de un jodido libro.-
Mi cuello me está matando.

Tome un baño, me puse unos baggy jeans negros con una playera oversized de breaking bad y unos jordan. Desayuné algo aburrido como de costumbre. Cepille mis dientes y salí de casa para caminar a la parada del bus que me deja frente a la facultad de medicina.

Llegué a la universidad 10 minutos antes de la primera clase. A paso rápido llegué a la cafetería. Un lugar bastante grande, con gente que se notaba cansada, sentados en mesas rectangulares de un color gris, gris muerte yo diría. En la mesa de la esquina derecha, como de costumbre vi a una enana pelinegra, a una gruñona de pelo corto, y a Jeongyeon.

-¡¡¡¡¡Hirai!!!!!- dijo Chaeyoung con una sonrisa que marcaba sus oyuelos.

Me acerqué y le desordene el pelo a mi enana favorita.

Saludé a Jeongyeon y me senté junto a ella. Mire a Jihyo con los brazos cruzados, lentes obscuros y cara de pocos amigos.

-¿Noche Alcohol Free de estudio, Park?- Pregunte con una sonrisa burlona, a lo que Jeongyeon y Chaeyoung reaccionaron con unas risas bobas.

-NO EMPIECES MOMO, NO ESTOY DE HUMOR- Gruñó Jihyo con un notable rubor rojo en las mejillas.

-Bueno chicas, me tengo que ir- Me levanté y camine mientras agitaba mi mano despidiéndome de las chicas raras.

Llego al salón 651, me siento en la única silla libre que queda en la fila de atrás, saco mi libreta y me pongo los audífonos para no tener que escuchar las pláticas desagradables de los chicos de al lado.

Pasan 5 minutos, y por la puerta entra una mujer de pelo castaño medianamente largo, labios finos de un todo rosa cálido, y esos ojos que tienen algo que no puedo explicar. Reflejan luz, pero a la vez obscuridad.
Vestía un saco gris con una camisa de potones blanca que estaba fajada en una falda corta pegada a sus piernas, del mismo tono que el saco. Y esos tacones negros que hacían un ruido seco cada que daba una pisada en la baldosa del salón.

¿Cómo podía ser real?, yo esperaba que un viejo verde de 50 años con más grasa en el abdomen que materia gris en el cerebro entrara y diera las mismas clases aburridas que dan todos los profesores. Pero en su lugar entro miss Japón.

La bomba sexy subió a la tarima, dejó dos libros sobre el escritorio, se quito el saco dejándolo en la silla, para luego ver la mirada de asombro de todos los imbéciles de mis compañeros.

Había un silencio sepulcral que la castaña más sexy que haya visto en mi vida, rompió.

-Hola chicos y chicas, me presento, son la profesora Minatozaki Sana- pronuncio con un tono alegre -Como ya sabran soy la nueva maestra de neuroligia de la facultad de medicina. Espero poder enseñarles todo lo necesario para que puedan ser unos grandes medicos- Nos dedico una sonrisa y pidió que nos presentaramos.

Hubo 29 presentaciones aburridas y con uno que otro comentario fuera de lugar dirigido hacia la señorita minatozaki. Parece que los ricos viven la misma vida de mierda. "Mami y Papi pagan una colegiatura absurdamente alta para que yo me dedique a ver el culo de mis compañeras, ñiñiñiñi".

Era mi turno, me puse de pie e hice contacto visual con la profesora minatozaki. Y no estoy jodiendo cuando digo que sentí escalofríos recorrer mi espina dorsal. Desvíe la mirada más rápido que evacuación precoz.

-Mi nombre es Momo, Hirai Momo, tengo 26 años, quiero especializarme en neurología y soy becada-.

Vi como Sana me dedico una mirada larga, pero se dio cuenta que no podía solo verme y olvidar la clase. Me senté, y tomé mi pluma con dificultad por el temblor en mis manos, no se por qué me sentía aturdida.

En las dos horas de clase evite ver a la señorita minatozaki, cada que la veía me distraía y el nerviosismo regresaba. Me sentre en anotar la mayor cantidad de información para no tener problemas a futuro.

La clase llegó a su fin, guarde mis cosas, y en la lenta salida, Minatozaki me dijo, -Momo, necesito que te quedes 5 minutos, se que tienes cosas que hacer, pero es importante-.

Realmente sude frío, pero realmente eta absurdo estar nerviosa. Si, mi maestra es sexy, pero tiene buenas intenciones y tal vez solo quiera que le ayude a tratar con los alumnos, a buscar un libro, a ayudarla a tener un orgasmo. NO MOMO, limpia tu cerebro.

Todos salieron del salón excepto la señorita Minatozaki y yo.




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⏰ Última actualización: Apr 04 ⏰

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