Nena.

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- ¡Se nos está haciendo tarde!

- ¡Lo sé, me peino rápido y nos vamos... Ve saliendo y prende el coche!

Una apresurada Lexa se terminaba de alistar para salir junto con su novia rumbo al trabajo. Bajó corriendo las escaleras, se despidió de su perrita y salió de casa.

- ¡Lexa, volveremos a llegar tarde, es que no puedes ser más responsable! - gritaba furiosa su novia.

- Nena, sabes que no fue mi culpa que la regadera decidiera sacar agua fría. Estamos a 10 grados, no me podía bañar así - Su novia estaba molesta, pero quería hacerle entender que no era su culpa.

- Joder, Lexa... Siempre tienes un pretexto. Solo te digo que, si mañana vuelve a pasar otra increíble situación, me iré sin ti.

- Nena, sabes bien que no fue mi culpa. ¡Viste lo que pasó!

- ¡Basta! Ya no quiero hablar - resoplaba molesta Raven.

Y se fueron en silencio los 30 minutos que hacían de trayecto al trabajo. Ambas trabajaban en la misma empresa de electricidad; Lexa Woods era licenciada en administración y Raven Reyes ingeniera.

Se conocieron hace 14 años en una fiesta de unas amigas en común. Inmediatamente Lexa quedó fascinada con Raven, pero ella tenía novia en ese tiempo. Estuvo 2 años junto a ella como una amiga, conociéndose y apoyándola en los momentos difíciles de su relación, hasta que terminó con su novia. Fue ahí cuando Lexa decidió confesarle su amor y Raven se lo correspondió. 12 años llevaban ya de relación y viviendo juntas.

Al principio batallaron para entenderse y comunicarse, para acoplarse al estilo de vida de cada una, pero con el paso de los meses y con bastante comunicación, encontraron la manera de hacerlo. Claro que hubo roces y pleitos, pero nada que no pudieran solucionar y terminar por la reconciliación entre las sábanas, o sobre algún mueble.

Con el paso de los años la comunicación fue faltando y los pleitos sin sentido aumentando. Raven era de carácter muy duro y frío, en cambio, Lexa, era más sentimental. A veces prefería guardarse las cosas para no ocasionar un problema con Raven, y Raven era todo lo contrario, si algo le molestaba, lo decía en el momento y a veces terminaban en una acalorada discusión y ya no existía la reconciliación sexual. Desde hace un par de años que ese tema no salía a la luz tan seguido.

Tenían relaciones, pero una vez cada tres o cuatro meses, todo era más sexual que pasional, directo al grano y solo buscando el final mutuo. Terminaban con un buenas noches y volteándose y dándose la espalda para dormir. Lexa buscaba los cariños de Raven, pero después de varias negativas, se resignó y dejó de insistir.

Al llegar a la empresa, Raven bajó casi corriendo del coche. Lexa trató de alcanzarla, pero falló en el intento.

- Ten buen día, amor - susurró. Ya que nadie de sus compañeros sabía que eran pareja, Raven no quería que se enteraran.

Se dirigió con calma a su oficina. De nada servía correr, ya había llegado 15 minutos tarde. Saludó a varios de sus compañeros que ya se encontraban trabajando o contando sus anécdotas sobre su fin de semana. Entró a su pequeña oficina y dejó sus cosas en el closet, fue a tomar asiento frente a su escritorio y encender la laptop para iniciar con su trabajo. Tenía demasiados correos pendientes por leer.

- Y así inicia otro día más... ¡A darle! - suspiró.

No le gustaba discutir por tontadas con Raven y le molestaba que no la entendiera y siempre la culpara de todo. A veces esperaba un abrazo, un beso y un tranquila, nena, entiendo, pero eso era demasiado pedir viniendo de Raven.

Us (Clexa).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora