- Mi amor, no olvides el lonche, ¡te lo dejé sobre la mesa!
- Que haría sin ti, ojitos... Nos vemos en la tarde - va en busca de su novia, la besa y sale rumbo al trabajo.
Y así iniciaba su día y su rutina desde hace ya 13 años, tiempo que llevaba de novia con Niylah Harmon, quien trabajaba de enfermera en el hospital general de San Francisco, California.
Clarke Griffin era ama de casa, aparte de eso le encantaba escribir, tenía una carrera en literatura, mas no ejercía. Así que aprovechaba el tiempo libre que le quedaba para dedicarse a escribir todas las ideas que le surgían en su mente. Algunas eran bastante buenas, otras solo le ayudaban a distraerse y liberar estrés.
Llevaba un par de años escribiendo un libro erótico con sus propios gustos e ideas, basándose un poco en su relación. Recordaba como comenzó todo entre ella y Niylah, la pasión, la fogosidad, el no poder estar lejos la una de la otra sintiéndose y dándose amor, pero con los años su vida sexual era nula. No recordaba cuando fue la última vez que Niylah la tocó o viceversa. La amaba, no había dudas, pero a veces se sentía demasiado sola y esa no era una buena señal.
Niylah era una persona muy buena, amistosa, leal, comprensiva, pero en los momentos de discusiones su temperamento explosivo se hacía presente y Clarke, para evitar ese tipo de peleas, decidía no decir que le molestaba y prefería llevar la fiesta en paz.
Y sí que tuvieron pleitos fuertes, pero nada que con su amor y comunicación no pudieran solucionar. Ahora, cada una se metía de lleno a sus propias cosas, dejando poco tiempo incluso para las discusiones, ni para salidas, o sentarse a ver juntas una película o serie. Vivían en la misma casa, pero cada una inmersa en su propio mundo.
Se conocieron hace 14 años en la graduación de su hermano John Griffin, y comenzaron a salir y conocerse durante un año entero, hasta que Clarke decidió pedirle que fuera su novia, a lo cual, Niylah aceptó encantada. Tuvieron altibajos como cualquier relación, pero nada que no tuviera solución. Ambas decidieron irse a vivir juntas después de cumplir tres años de novias, no fue fácil, pero como siempre, encontraron la forma de hacerlo funcionar.
Una vez que Clarke acabó sus pendientes del hogar, fue a tomar asiento frente a su laptop. Abrió su correo y encontró una noticia que la hizo muy feliz. Llevaba tiempo esperando la respuesta de la editorial Green, y el que la hayan contactado para saber más sobre su libro era una buena señal. Decidió preparar todo lo que le pidieron y estaba por enviarlo, cuando recibió un mensaje de voz de Niylah, preguntando si necesitaba algo del supermercado. Se descuidó por un segundo y le dio enviar al correo sin saber que había cometido un error.
Continúo respondiéndole a su novia y contándole sobre la editorial y la posibilidad de ser publicada. Cuando se despidieron, se dispuso a leer el nuevo capítulo de su libro, quería corregir algunos errores y darle un toque más pasional y menos sucio o guarro. Entiende que el sexo es así: dos personas complaciendo sus gustos más íntimos, pero sin la pasión y conexión entre esa pareja sería un simple acto sexual con el típico final. Y no quiere generalizar a todos los hombres, pero sería el clásico mete-saca y terminamos, así de insípido lo describiría si no existiera la pasión y sensualidad.
Desde su adolescencia descubrió sus gustos por las mujeres, pero se vio obligada a intentar con relaciones heterosexuales para buscar la "normalidad" en su vida, más que nada por su familia, hasta que supo que no era lo suyo. Tuvo muy buenos amantes masculinos, es por eso que no puede juzgar a todos los hombres por igual. Pero dado a lo que le cuentan sus amistades hetero, sabe que no todos ofrecen relaciones sexuales de calidad. Es por eso que decidió escribir un libro basado en sus experiencias sexuales, no solo para las mujeres lesbianas o bisexuales, también para las heterosexuales que, por tanto tabú, temen inspeccionar y entender su cuerpo. Esperaba que fuera bien recibido, o que al menos ayudara a una que otra mujer aclarando sus dudas y siendo más felices en la privacidad de su hogar.
ESTÁS LEYENDO
Us (Clexa).
FanfictionLexa Woods y Raven Reyes tienen una relación desde hace 12 años y viven juntas en unión libre. Desde que se conocieron se enamoraron, pero con el paso de los años la llama del amor se ha ido apagando. El trabajo de ambas las mantiene demasiado ocupa...