Cap 23 ⭑

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En medio de la noche comencé a recordar todo que Alice había dicho y sin querer estaba llorando.. de nuevo, supongo que Alex lo escucho y este se acercó a mi para abrazarme por la cintura..

...

Desperté aún abrazada de este.. decidí quitarme lentamente para no despertarlo y comenzar a guardar mis cosas para volver a Monterrey.

...

—¿Ya te vas?—murmuro dormido—Puta madre también me tengo que ir yo—soltó una risa—¿Te sientes mejor?—murmuro y yo asentí con una sonrisa—Tienes todos los ojos hinchados..

—Espero que no me reconozca nadie en el aeropuerto..—bromeé—Levántate rápido para ir a entregar las llaves del hotel etc.

—Okay—se estiró y se levantó por fin de la cama—Ey si la pendeja de Alice te vuelve a decir cosas, tú me avisas.

—Ey, ahora no me dijo nada, solo se disculpó—Sonreí a fuerzas—Te lo prometo—solté una promesa al aire

—Eso espero—sonrío de costado

...

Este se tomó la molestia de ir a dejarme hasta la zona de abordaje del avión, nos despedimos con un abrazo bastante largo, y abordé.

No quería irme realmente, pero recordé que iban a ir todos mis amigos a buscarme al aeropuerto, ya que llevaba ya casi un mes desaparecida.

Fue un vuelo corto.

—¡Ahí esta!—Escuche la voz de Ari y como 6 pendejos corriendo hacia mi.

Estos weyes me abrazaron excepto Roier

—Chingas a tu madre—me acerque a él luego de más de 4 minutos de abrazo

—Tu chingas a tu madre ¿¡Acaso tienes nuevo mejor amigo!?—Reí y negué con mi cabeza

—Ey Jenn, andas así como con los ojos medio hinchados ¿Estás bien?—Rivers sonrió de costado

—Y eso que significa o que—El Aldo se acercó

—Que estuvo llorando, o durmió mucho, cosa que no lo veo posible por qué estuvo conectada hasta como las 6am anoche—Agregó seriamente Ari

—No digan mamadas—rei—Y tú que, bien pinche stalker así de las locas—bromeé entrecerrando mis ojos

—¡EL ÚNICO QUE PUEDE DECIRLE LOCA A MI ESPOSA SOY YO!—Exclamó Juan

—Me la pelas—rei

...

Roier decidió quedarse en mi casa por que dijo que quería hablar unas cosas conmigo.

—¿Anduviste llorando cierto?—dijo una vez todos se fueron.

—No—volví a negar, lo iba a a negar siempre.

—No seas mentirosa wey—me miró medio triste—Lo tuyo ya no es normal.. ¿Que pasó?—se mostró interesado en saber

—Ey Roier, te voy a contar una mamada, por que tengo un chingo de confianza..—murmuré arrepintiéndome de inmediato

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