Kaminari's¿Kun-chan?

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El sol estaba saliendo dando inicio a un nuevo y hermoso día, el aire era fresco y se oía a las aves comenzar a cantar, sin duda una linda mañana.

Pero nada es tan bueno cuando tienes que despertar e ir a clases.

Su alarma comenzó a sonar con un molesto tono que era tan insoportable que abrió los ojos a regañadientes, miro su teléfono y eran las 6:20 AM.

Se removió en su cama los rayos del sol le daban de lleno en la cara, se quejó no se quería levantar pero debía sino Aizawa lo iba a regañar. Se sentó en su cama y se quedó mirando un punto fijo y sin importancia, su cerebro no quería cooperar para que se levantará.

Se movió aún más y pudo sentir algo o más bien a alguien al lado suyo, volteo la mirada, observando un bulto que se movia incómodo y soltaba leves quejidos. Se asusto dió un salto por la impresión y se cayó de la cama haciendo un gran ruido, la persona en su cama también dió un brinco al escuchar el golpe, se movió bajo las sábanas ya levantado y se asomo a dónde el rubio se había caído, se quitó la sábanas de su cabeza lentamente y con cansancio. Kaminari miraba atento vio una cabellera rubia mostaza con un rayo en el flaco, luego unos ojos dorados, unas pestañas largas del mismo color que su cabello. Pasó unos minutos observando a la persona contraria que tambien lo veía con curiosidad era una chica ¡QUE HACIA UNA CHICA EN SU CAMA!¡MAS BIEN EN SU HABITACIÓN! La chica se bajó de la cama quedando sentada en el suelo al igual que el rubio.

Luego de que ya estuvieran bien despiertos se miraron fijamente, el rubio ladeó su cabeza a la izquierda y la otra persona copio su acción pero a la derecha, parpadeó muchas veces igual que la otra ambos negaron con la cabeza bruscamente y se pellizcaron el brazo que les saco un quejido de dolor.

Al darse cuenta de que eso no era ningún sueño tomaron aire al mismo tiempo y lo soltaron en un gran grito que alertó a los demás chicos del los dormitorios. Rápidamente oyeron pasos apresurados llegar a la puerta.

–¡Bro, estás bien! – pregunto preocupado.

–¡Kaminari-kun oímos tu grito!¡Te encuentras bien! – está vez fue un chico peliverde.

–¡Kaminari que pasó! – se oyó a la chica rosada gritar preocupada.

–¡MALDITA RATA ELÉCTRICA!¿¡POR QUÉ PUTAS GRITAS DE ESA MANERA!? – y no hace falta decir quién es la persona que grito eso, pero aunque no sé notará mucho también se preocupo.

–¡No es nada solo me golpee el dedo chico del pie! – grito el rubio eléctrico.

Todos soltaron un suspiro de alivio y se retiraron, bueno Bakugo solo chasqueo la lengua y le gritó que era un inútil por hacer tanto escándalo por un pequeño e insignificante golpe.

Todo quedó en silencio y ambos rubio mostaza se miraron confundidos, se tomaron de la cara al mismo tiempo y comenzaron a verse el uno al otro sus ojos, sus dientes, su cabello, su nariz todo era idéntico. Bueno, la chica era un poco más bajita y tenía atributos muy buenos.

–¡ESTO ES GENIAL! – gritaron al unisono.

–Nunca antes había visto algo así, es como si fuera un espejo – continuo la chica.

–Lo sé, esto es muy loco. Soy Kaminari Denki y tú – se presentó el rubio.

–Yo soy Kaminari Denko – saludo de igual manera.

Ambos luego de un largo rato su cabeza al fin hizo clic.

–¡Eres yo! – gritaron en afirmación con lo que pensaban.

–¡ESTO ES AUN MÁS INCREÍBLE! – su sonrisa se ensanchó más al volver a decirlo al mismo tiempo.

–¡Oh por dios, oh por dios!¿¡Cómo es que llegaste aquí!? – pregunto el rubio.