Capítulo 11

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Caminando entre cráteres enormes, agujeros inmensos y un terreno con lava como lagos fluyendo, estaba Naruto con su mano derecha sosteniendo su hombro izquierdo. Sus ropas estaban destrozadas y solo tenía su pantalón destrozado que parecían pantalones cortos de lo rasgados que se encontraban.

Su ojo derecho estaba cerrado con una mancha de sangre bajando desde su frente hasta su mejilla derecha. De su nariz corría un rastro de sangre goteante hasta el suelo.

Pisando la lava, su rostro no mostraba signos de dolor o molestia por el enorme calor. Naruto detuvo su paso a pocos metros de un brazo sobresaliendo de un cráter, soltó una carcajada burlona.

El ojo carmesí mostró un brillo divertido.

"Fuiste más fuerte de lo que imaginaba" dijo antes de seguir avanzando y pasar de largo del cráter.

Ya había terminado con ese demonio. Fue más duro de lo que pensó, y casi muere dos veces. De hecho, el mundo mismo casi se autodestruye liberando inmensas cantidades de lava que abarcó más de la mitad del mismo.

De no ser por el final de la pelea, el mundo hubiera estallado por las ondas de choque y toda la destrucción causada.

'Debo avanzar.' Naruto dejó salir su aliento mientras sonreía levemente.

Ahora estaba solo.

Completamente solo en una torre infestada por demonios sanguinarios que lo matarían a la vista.

Por lo que notó, si bien los demonios poseen el poder y las reservas mágicas para avergonzar incluso a su hermano mayor, les faltaba experiencia de lucha y movimiento. Fue como si pelearán por instinto, como un animal rabioso, sin técnica alguna, solo un estilo animalista furioso.

Igual que él, si le preguntaban.

Pero al menos lo compensaba aprendiendo de sus propios errores.

"Supongo que debí despedirlas de una forma más amable."

El pelirrojo detuvo su paso para mirar al cielo con un leve deje de tristeza en sus orbes rojos.

Su pelea duro días, semanas quizás, sin parar en absoluto. Y al pensar en sus acompañantes, tomó un pequeño lapso de descanso al reemplazarse con un clon, usando gran parte de su magia para poder tener el tiempo de hablar con Grayfia y Akeno.

No quería que lo acompañaran en su travesía y, si bien podría parecer que las estaba despreciando por como les hablo, en realidad fue más por preocupación y por un motivo oculto para Akeno. Se lo había explicado a parte, la pelinegra acepto su orden después de mucha, mucha persuasión y una que otra promesa con tal de que hiciera lo ordenado.

Para Grayfia fue distinto, tuvo que hablar y convencerla de que saliera del lugar, informara a sus padres de que estaba vivo y bien de salud, y cuando terminara podría regresar.

Hubo un pequeño conflicto debido a su falta de tiempo y que necesitaba que se marchara en ese mismo momento, entonces no fue una sorpresa que terminara diciendo una que otra cosa menos que agradable, no insultante, pero si molesta por la forma en que había observado la leve contracción en las cejas de la maid peliplata.

Y al final pudo conseguir su tan ansiado tiempo solitario para fortalecerse sin entrometerlas en su pelea, le dio un sentimiento molesto al no tenerlas, ya que estaba acostumbrado a la presencia de ambas todo este tiempo.

"Ahora estoy solo... mierda, me voy a volver loco" susurró Naruto con una mueca, antes de simplemente poner su mirada al frente y seguir avanzando.

Pensaría más tarde, por ahora se recuperaría de las heridas.

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⏰ Última actualización: Feb 21 ⏰

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