• ¡𝙽𝚘 𝚎𝚜 𝚓𝚞𝚜𝚝𝚘! •

1 🤍

–Creo que le falta algo… – comentó la serafín menor, contemplando un peluche que estaba haciendo con su hermana mayor

–¿Ah sí? ¿Qué te parecen unas alas? – la serafín mayor río mientras le cocía unas alas al pequeño peluche

–¡Así está perfecto Sera! – la pequeña se inclinó, haciendo caer el peluche al suelo, donde había un bote de pintura roja expandida por el suelo, cuando el peluche cayó sus alas se tiñeron de rojo y esto a Sera le incomodó, como si hubiera recordado algo malo

–Este peluche ya no sirve… – agarró el peluche y lo tiró a la papelera intentado encubrir una mirada dolida

–¿Por qué no? Está lindo aún con las alas rojas… –

–¡No! Mejor hagamos otro… –

–¿Esta bien…? – la pequeña no entendía nada

Entonces alguien tocó la puerta y la serafín mayor fue a abrir

–Disculpe las molestias Sera, la reunión sobre…”eso” será en 5 minutos – comentó San pedro con una libreta en sus manos

–¿Sobre…? Algo está pasando aquí… – habló para si misma la serafín menor, Emily

–Oh…cierto lo olvidé por completo – se regresa hacia Emily dándole un abrazo –Debo irme, pero te prometo que cuando vuelva haremos otro peluche muchísimo mejor que el que hicimos ahora –

Se alejó y salió de la sala, dejando sola a Emily, quien se acercó a la papelera y sacó de entre la basura al peluche que había cocido antes con su hermana

–No entiendo porque mi hermana te tiró a la basura…¡te quedan muy bien las alas rojas! – contempló muy concentrada el peluche -Es obvio que Sera me oculta algo – dejó el peluche en su escritorio y salió hacia la corte, para espiar la reunión

|En la corte…|

–Muchas gracias por venir a todos y a todas – estaba Sera en lo alto de la corte, leyendo unos papeles mientras hablaba –hoy estamos aquí reunidos para determinar si las “exterminaciones” son la mejor idea para mantener el orden en el universo –

A la izquierda, todas las sillas estaban vacías, menos una, la ocupaba un tipo con un sombrero que cubría su cara, lucía muy raro, estaba encogido en sí mismo, con los brazos cruzados y con la mirada en el suelo, intentando ocultar su tristeza, lo cual se le daba muy mal.

Sera dirigió la palabra hacia el pero intentando evitar contacto visual

–¿Estás de acuerdo con las exterminaciones? – el silencio inundó la sala por unos cuantos segundos hasta que se escuchó un débil…

–si…–

–Pues la decisión ha sido tomada, muchas gracias a todos por participar de testigos, pueden marcharse – Sera se levantó y enseguida volví corriendo a casa, con un millón de dudas en mi cabeza, cuando Sera entró, escondí el peluche y fingí naturalidad

–¡Sera! Por fin llegas…¿como fue la reunión? –

–Fue…¡muy bien! Ahora podemos volver a hacer peluches – esquivó totalmente el tema y sacó un peluche y comenzó a decorarlo

–Sera, ¿por que no te gustó el ángel de las alas rojas? – ella quedó en silencio por un momento, mirando fijamente la pared

–Emily…, podrías prometerme algo? – seguía mirando a la pared

–Uh…si, claro…¿que es? –

–Prométeme que siempre seguirás las normas… –

–¡Claro que lo haré! – el silencio se apoderó de la sala tras la rara pregunta

–Bien, ahora…terminé el peluche – le enseña su peluche, era un ángel, con una gran sonrisa en su rostro y como no, sus alas eran más blancas y puras que la nieve

–Wow…esta…idéntico a los demás, estaría mejor con las alas de color…¡verde! Y unos ojos amarillos…oye ahora que lo pienso, le quedaría bien un sombrero blanc- – Sera me interrumpió con un chillido

–¡Basta! – se da cuenta que gritó muy fuerte y abraza a Emily –Lo siento…mejor ve a dormir, mañana será un día duro – me levanté y me fui a mi habitación extrañada, Sera me dio el beso de buenas noches, y yo me quedé ahí, con mi mente llena de dudas…

¿Por que a Sera le desagradó el peluche?

¿Quién era el tipo raro con sombrero en la corte?

¿Qué son las…“exterminaciones”?

Pronto lo iba a saber…