Bronya Rand, actual Guardiana Suprema de Belobog, estaba trabajando en su oficina, ocupándose del papeleo que conllevaba la carga de su puesto. Aunque era fastidioso, ella estaba acostumbrada desde joven a esto, así que podía manejarlo. No importa lo difícil o fastidioso que sea algunas partes de su trabajo, todo tenía un impacto en Belobog y sus habitantes.
Pero aunque normalmente era disciplinada con su trabajo, la mente de Bronya estaba en otra parte.
Desde que asumió su nuevo puesto, apenas tenía tiempo suficiente para ella misma cuando sus responsabilidades seguían acumulándose. Aunque estaba dispuesta a todo por su gente, valoraba los raros momentos en que podía caminar y socializar con la gente de Belobog, tanto los del exterior como del Bajomundo. Incluso se podía decir que, proteger a su gente y socializar con ellos era todo lo que le atraía.
Hasta que cierto Trazacaminos había llegado a su vida.
Bronya nunca había conocido a un hombre con tanta concentración, compromiso y pura voluntad, todo en uno. Ella admiraba la determinación e impulso de Caelus en sellar los Estelaron, salvando a la gente de distintos mundos, como lo hizo con Belobog de su madre que se volvió loca, sin importarle que le hubieran perseguido como si fuera un criminal. Y no satisfecho con eso, también ayudaba cada que podía en sus visitas, como ayudo a Seele en unos problemas, o cuando ayudaba a Natasha a cuidar a huérfanos o a su grupo Llamarada.
Por eso, Bronya había encontrado a un hombre que tenía mucho en común con ella: diligente, amable y eficiente en lo que hace. Por eso y haber salvado a su mundo, se había ganado su respeto y gratitud.
Pero todo salió adelante cuando él se había convertido temporalmente en su asistente durante su última estancia en Belobog antes de que se fuera a Loufu de Xianzhou. Lo había hecho debido a que en una misión, Gepard y Serval habían tenido un accidente que los incapacito durante unos días y él se había ofrecido a ayudarla mientras se recuperaba, ya que él y sus amigos querían descansar antes de seguir con su viaje.
No solo fue capaz de sobrellevar bien el trabajo de ser su asistente, sino que durante ese tiempo, fue considerado, halagador y consciente de lo que ella hacía, y de buena gana prestaba su oído para escuchar lo que salía de su corazón, permitiéndole tener a alguien con quien desquitarse, brindándole las seguridades y el apoyo que le brindaría si alguna vez lo necesitará. Eso no quiere decir que fueran sus únicas cualidades que hicieron que ella le tuviera mucho cariño.
A sus ojos, el Trazacaminos era bastante apuesto. Su cabello grisáceo y su piel ligeramente pálida combinaba a la perfección con su ropa negra y amarilla. Sus ojos amarillos eran como dos joyas que la tentaban a descubrir que misterios ocultaba. Su estatura alta la hacían sentir pequeña si no fuera por los tacones y podía ver bien los músculos que tenía debajo de su ropa que eran difíciles de notar a simple vista, algo que ella si noto y era agradable a sus ojos. Su cuerpo atlético y tonificado por las batallas y por toda la ayuda que prestaba, era un espectáculo para ella, haciendo que su corazón y feminidad palpitaran al verlo.
Como la hija de la anterior Guardiana Suprema y la actual guardiana, Bronya había sido cortejada por muchos hombres, y hasta mujeres, desde joven, pero ninguno le llamo la atención o le atrajo como lo hacía Caelus. Todos eran demasiado sofisticados con su dinero y su falsa amabilidad, pero Caelus, que vestía ropa simple, la atrajo más que nadie por su honestidad pura y su corazón de oro.
¿Por que no debería sentirse así con un hombre como él? Desde que se fue hace ya algunas semanas, su mente no paraba de pensar en él, en como estaría, que estaría haciendo, o si estaría herido o no. A veces era tan notorio que algunas personas que trabajaban para ella se daban cuenta.
No era un simple enamoramiento que desaparecería al poco tiempo. No. Para ella, era amor; pero eso lo hacía más frustrante. No podía abrazar ese sentimiento plenamente debido a la naturaleza que ambos tenían de sus trabajos y compromisos que, de ser ignorados, resultarían en graves consecuencias para muchas personas.
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La Recompensa de la Guardiana
RomanceBronya quiere recompensar a Caelus por salvar su mundo y ayudar a las personas siempre que podía. Si a cambio puede demostrar sus sentimientos por él, mejor. El Trazacaminos no sabe el tipo de recompensa que recibirá, pero no se queja.