Día 1

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No se trata de un día como otro cualquiera. Hoy es el primer día de las vacaciones. No tengo colegio. El sol ya está en lo alto del cielo y eso quiere decir que va a ser un día caluroso.
Ah, se me olvidaba. Me llamo Laura y me he dado cuenta de que hoy en día los niños ya no saben jugar si no es con el móvil y, por eso, a partir de hoy voy a grabar un vídeo todos los días. Se trata de una idea que se me ha ocurrido al darme cuenta de que mis amigos ya no saben jugar sin sus teléfonos o tablets.
Como mi tío Antonio, que según él es un inventor —aunque mi padre dice que es un «chapuzas»—, me regaló una videocámara, he decidido llevar a cabo un gran experimento que será de mucha utilidad dentro de varios años.
La cámara la tengo puesta encima de un trípode o algo parecido, ya que es una chapuza, perdón, un gran invento de mi querido tío. Como él dice, el trípode del futuro. Aprieto el botón de grabar y empiezo.
—Hola, soy Laura y os voy a enseñar objetos que estoy segura de que en vuestra época no sabréis qué son y cómo se utilizan. Aquí, en el año 2021, ya hay niños que no tienen ni idea de cómo usar muchos de estos aparatos. En mi primer día de mi «videomento» (no la busquéis en el diccionario porque es una expresión que me he inventado mezclando la palabra vídeo con la de experimento. Soy así de creativa) os voy a enseñar qué es una comba.
Me acerco a una mesa y cojo mi comba de color lila y me sitúo de nuevo delante de la cámara.
—Como veis es una cuerda que en sus puntas tiene un plástico para cogerla con las manos. Es muy fácil de utilizar, solamente tenéis que poner la cuerda en la parte de atrás de los pies y, moviendo los brazos en círculo, la cuerda va pasando alrededor de vosotros y tenéis que saltarla sin parar y sin que se os enganche en los pies.
Cojo la comba y me pongo a saltar durante unos segundos hasta que decido parar y continuar hablando.

—¿Veis? Está chupado y además es superdivertido

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—¿Veis? Está chupado y además es superdivertido. Dicen los que entienden que es muy bueno para hacer ejercicio. Con mucha práctica puedes hasta bajar y subir escaleras mientras saltas y, también, saltar a la vez con alguna amiga o amigo. Probad y veréis como os gusta. Hasta aquí mi primer videomento. Nos vemos en el siguiente. No os olvidéis de lo importante que es jugar al aire libre y con vuestros mejores amigos.
Me acerco a la cámara y aprieto el botón para que deje de grabar. En ese mismo instante aparece mi madre en el trastero.
—Cariño, ¿qué estás haciendo?
—Mamá, como el tío Antonio me regaló una videocámara he decidido grabar unos vídeos para que los niños del futuro sepan lo que es divertirse sin necesidad de utilizar tanto el móvil.
—¿Cómo no van a saberlo?, eso es ley de vida. Yo cuando era pequeña siempre jugaba con mis amigos al aire libre.
—Mamá, no sé si te has dado cuenta, pero no hay niños en la calle. Todos están en sus casas con sus móviles o tablets pasando demasiado tiempo viendo vídeos absurdos. Ni siquiera ven a sus amigos en persona.
Mi madre recapacita al escucharme y asiente con la cabeza dándome la razón.
—También es verdad, ahí sí que tienes toda la razón. Los hijos de mis amigas no salen de casa, están todo el día enganchados a los móviles.
—¿Ves? Pues por eso se me ha ocurrido esto.
—Pues nada, hija, espero que sirva de algo. No será fácil pero seguro que tú encuentras la forma de conseguirlo.
Mi madre, no muy convencida por mi lucha contra el abuso de la tecnología, se marcha del trastero no sin antes avisarme:
—La comida ya está lista. Lávate las manos, que vamos a comer.

Laura y el poder de la imaginación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora