única parte.

2.3K 107 12
                                    

Lando Norris

Verlo ahí con la boca entreabierta, esos labios rosados y carnosos llenos de salida, por las tantas veces que los a remojado y esos ojos chocolate atentos al rostro de Logan, maldita sea verlo así hace que tenga ganas de llevármelo a la habitación y hacerlo mío en diferentes posiciones, desgraciadamente no puedo las conferencias están a punto de iniciar.

—Vamos.— me toca el hombro y camina, ese roce me calienta toda la piel.

Lo sigo sin decir nada, viendo de ves en cuando su culo marcado por el traje de carreras, si sigo así terminaré con una erección por lo que decidí alcanzarlo y posar me a su lado.

—Espero y ninguna cámara te haya grabado.. viéndome el culo, Norris. — su mano tapa su boca ocultando sus palabras dichas entre dientes.

Siendo sincero poco me importa si me graban haciendo eso. —Bueno.— fue lo único que dije, él se ríe entre dientes.

Maldita sea, necesito tenerlo en mi cama, desnudo y completamente abierto para mi, necesito desesperadamente tocar esos mulos y ese culo redondo. Siento como el traje comienza apretarme la polla, decidí pensar en otras cosas, no necesito una erección molestado me.

—No se en que carajos pienses, Lando, pero deja de hacerlo, que ese bulto es un poco visible.— maldita sea.

—Ya vengo voy al baño.— y con eso dejo a Oscar ahí y salgo trotando al baño más cercano. Maldita polla traicionera.

Escucho paso tras mio, volteo y notó como Oscar me sigue, cuidadosamente. Cundo se da cuenta que lo miró me sonríe y hace un gesto para que siga caminando. Disminuyó mi trote y ahora solo camino, llegó al baño y me metí rápido en un cubículo.

—Lan.— escucho un susurro, se que es Oscar.

—Aquí.- digo y abrí la puerta del cubículo.-— ¿Qué haces? deberías estar llendo a la conferencia.— el se encoje de hombros restándole importancia.

—Baja el cierre.— fruncí mi entrecejo sin entender nada. —Lando, baja el cierre.— hago caso y bajo el cierre del traje.

Se acerca a mi me toma de los hombros y me estampa en la pared del cubículo, lo miro girar y cerrar la puerta con seguro. Se vuelve a acercar a mi, una de sus manos se posa al costado de mi rostro pegando la a la pared, su otra mano se adentro dentro del traje, tomando mi erección ya dura y mojada.

—Oscah.— jadeo en bajo.— ¿Qué haces?.

—Ssss, Lan solo disfruta.— y valla que lo hago, su palma se frota tan lento en la cabeza de mi pene.

El ruido de las personas afuera ya es irrelevante. Suspiro al sentir las yemas de sus dedos tocar mi falo, el tacto de piel con piel se siente tan bien, que no quiero que ese roce desaparezca. El envuelve mi falo en su mano empezando un vaivén lento, yendo de arriba y abajo, pero no dura mucho pues sus movimientos están aumentando. Gimo fuerte y el me calla con un beso, sus labios con los míos son dos piezas de rompecabeza encajando perfectamente. Muerdo su labio cuando el beso termina. Su mano que antes estaba pegada a la pared ahora está en mi cuello, apretando débilmente, eso me hace sonreír.

—Ah, mmhg.— no pude evitar gemir al sentir uno de sus dedos pasar por mi glande.—¡Oscar!, ¡Mierda!.— siento las tiras de semen salir de mi polla, manchado un poco el traje y la mano del australiano.

El saca su mano, está echa un desastre, sus dedos llenos de ese líquido blanco y caliente, él me sonríe y después los lleva a su boca, me quedo atónito al ver cómo los chupa. Sustituyendo mi semen por su saliva, una imagen muy obscena.

Me sonrojo al volver mi mirada a sus ojos, él me mira con tanto deseó me siento pequeño ante esa mirada.

—Delicioso.— dice cuando deja de lamer sus dedos me sonríe de lado, juro que senti mis piernas flaquear. —Vamos. Tenemos una conferencia pendiente.

Tus ojos [ Landoscar ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora