Omega Ven A Mí (Somhyo)

Capítulo 11 [Satzu]

.

..

...

....

La japonesa caminaba con prisa por los pasillos, Tzuyu se había manchado luego de haber escuchado todo el escándalo que ella montó. Normalmente la taiwanesa la esperaba cerca de su casillero para ir a algún lado juntas, no hacían mucho en el instituto, incluso algunos días tenían horas libres. ¡Jackson! El podía ayudarle.

Desvío su camino hasta encontrar al hongkonés, por pura suerte estaba en el estacionamiento, intentando encender su motocicleta. Kunpimook estaba a su lado.

-Hey, ¡Jackson! -Sana gritó su nombre, llamando la atención de ambos chicos.

-¿Sana? ¿Qué haces aquí? -el hongkonés respondió.

-Necesito tu ayuda -pidió la Omega.

-Depende de lo que necesites -Jackson habló.

-Luego de lo que sucedió en los pasillos con Yuta... Creí que sería lo mejor explicarle a Tzuyu las cosas, quiero aclarar todo con ella. El porqué le mentí y todo ese rollo, sé que tal vez no quieras decirme dónde esté pero en serio, en verdad lo necesito saber -rogó la japonesa.

El hongkonés la miró unos segundos, intercambió miradas con su compañero. Rascó su cuello nerviosamente y Kunpimook respondió por él. Sana lo miró.

-Tzuyu se fue hacia la parte trasera del instituto, sí la estás buscando puede que siga por allí. De ese lugar casi nunca logra sacarla nadie -el tailandés explicó.

-¡Gracias! -Sana respondió felizmente, el tailandés asintió.

Luego de haber dejado a ambos solos, Sana fue hasta donde Kunpimook le había mencionado que Tzuyu de encontraba, y no mentía. La tailandesa estaba sentada sobre el césped, bajo la sombra de un árbol. Se acercó cautelosamente hacia ella y tomó un pequeño respiro.

-Tzuyu... -la japonesa la llamó- Quiero... Hablar contigo...

La tailandesa levantó la mirada al escuchar la voz de la japonesa, por alguna razón, y apesar del dolor que sentía al verla su lobo se mostró feliz de tener a la Omega cerca.

-Sana, ¿sobre qué quieres hablar? -la taiwanesa sorbió su nariz. La japonesa se colocó nerviosa.

-Yo... En verdad lo siento, cometí un gran error al haber estado con Yuta. Él ya tenía a alguien con quién pasar el resto de sus días, y en realidad le mentí sobre el no tener a nadie a mi lado... Tenía miedo de lo que tus padres dijeran, jamás apoyaron nuestra relación y todo lo que decían me lastimaba -Tzuyu la miró atenta.

-¿Por qué no lo dijiste? -preguntó la taiwanesa.

-No quería meterte en problemas, creí que haciendo eso sería lo correcto. Pero ya veo que no, me equivoqué... Te hice daño, te hice sufrir y ahora no estoy segura de sí podrás perdonarme -la japonesa soltó un pequeño sollozo. Tzuyu se preocupó por su Omega.

<<¿Te quedarás allí sentada todo el tiempo?>>

Ese era su lobo, algunas veces solía ser molesto.

<<¡Haz algo! ¡No la dejes llorar sola!>>

<<¡Es TU Omega! ¡Levanta tu trasero y abrázala!>>

Tzuyu decidió hacer caso a las órdenes de su lobo interior y se acercó hasta Sana, envolviéndola en un cálido abrazo.
La japonesa se sorprendió, pero rápidamente correspondió a su abrazo, quería llorar y en verdad lo necesitaba. Tzuyu acarició suavemente su cabello.

-Está bien... Llora todo lo que quieras, estoy aquí -Tzuyu la tranquilizó, pronto escuchó los sollozos de la japonesa.

<<¡Nunca te dije que la hicieras llorar!>>

<<¡Ya! Déjame manejar esto a mí modo>>

-Mi pequeña ardillita... -Tzuyu musitó.

-Mi gigante Yoda -Sana murmuró.

-Te amo. Y te amaré durante toda mi vida -confesó Tzuyu.

Así se mantuvieron durante un buen rato, abrazadas, cuando Nayeon y Jeongyeon fueron a buscar a la taiwanesa, la chica de sonrisa de conejo detuvo a la coreana. Debía de darles su tiempo y su espacio, así que ambas se marcharon, no sin antes haber sacado una fotografía del momento.

.

..

...

....