Tercer acto - Tentación del cielo

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Lucifer,mucho antes de ser conocido como aquel rey infernal de los males del mundo,fue antes reconocido como una creación divina,un ángel puro creado por una divinidad.

Y aun con el pasar de las décadas y con su deceso al inframundo, seguían presente ciertas acciones que eras características de un ángel. La inocencia y torpeza en algunas actividades,entre ellas,las carnales.

Si bien era el creador de la misma representación de lujuria,buen amigo suyo cabe resaltar, no era el candidato ideal para hablar sobre ello. Pues el mismo se consideraba novato en esos temas.

Su vida de casado lo había vuelto así, sin ganas de experimentar y probar cosas nuevas, algo común a palabras suyas. Allí se hallaba, nervioso mientras sentía los besos en su cuello, sintiendo como el calor de la habitación aumentaba sin piedad alguna. El color de sus mejillas iba en aumento con cada roce de aquellos labios y dientes sobre su piel. Se sentía un desastre hecho ángel. Intentaba relajarse jugando con los mechones del locutor,jalandolos levemente cada que sentía una mordida.

Aún se hallaban parados,apoyando sus brazos en la mesa detrás suyo, Alastor aprovechó aquella cercanía para atacar su cuello, luego de haber intentando besar nuevamente sus labios y que este se negara.

"- No te sobrepases,demonio. Por ahora, nada de besos en la boca"

Una indicación directa que,si bien a Alastor le parecía molestia,no iba a rechistar. Prefiriendo mordisquear y succionar aquel cuello blanquecino que le tentaba a manchar.

Cada uno disfrutaba a su manera. Lucifer sentía el placer y pasión de ser deseado y tocado como nunca antes lo había imaginado,mientras que Alastor disfrutaba del festín de su cuerpo, planeando devorar cada parte de su ser poco a poco.

Pues, no es algo común probar la piel y sangre de un ángel caído.

Aquel soberano que mayormente mantenia una actitud orgullosa y rebelde, ya se hallaba con sólo esas pequeñas pero letales acciones, sintiendo sus piernas temblar, llegando a tambalear pues aún estaban parados,apoyado sobre su mesa de estudio. Quería más,anhelaba por más pero sabía que primero debía dejar los términos claros,así que con todo su pesar,detuvo al demonio, quien soltó un gruñido como advertencia de su enojo. Acción que lo puso nervioso,más no se detuvo.

Las respiraciones agitadas eran por ahora el único sonido presente en la habitación. Lucifer decidió hablar, intentando no entrecortar sus palabras por la falta de aire.

- Antes de sellar en trato, me gustaría pedir algo para comprobar tu compromiso.

Alastor,por su parte, admiraba en silencio la actitud del rey, viendo como intentaba ocultar su sonrojo y lo lento de su hablar que confirmaba el desastre que él mismo causó. Aquel ciervo admiraba orgulloso como dejó al contrario, relamiendo sus labios en búsqueda de los restos de sangre que había logrado probar.

Adictivo,pensó.
Un sabor por el cual mataría por nuevamente probar.

-Dígame... qué podría pedir como incentivo para este trato? - pregunto, sin fijar su vista, restando importancia,ya que su cabeza lo mantenía en una especie de trance imaginándose una y mil maneras de como probar nuevamente de este fruto prohibido. Acción que noto Lucifer,pues la mirada de Alastor pareciese que lo estaba devorando con descaro,como si lo estuviera previniendo de ello.

- Ya que no puedo pedir testimonios de su buen desempeño de... esto. - Tocio, jalando su camisa nervioso,sin saber que cada acción prendía más al contrario - ¿Qué tal una prueba? Demuestrame todo tu potencial este día y culminando, daré mi veredicto final, ¿estas de acuerdo? - Preguntó al final,nervioso, observando como aquel locutor se acercaba sin temor,posicionándose entre sus piernas, manteniendo esa sonrisa que en ese momento,parecía significar otra cosa.

ONE NIGHT - AppleRadio 🦌x 🍎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora