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No era la primera vez, sus miradas conectadas y en el aire, sus nervios creyendo que cualquiera descubriría lo que ambos tienen por unas sonrisas mal disimuladas.

—Jungkook, ¿Vamos subiendo?

No. Solo negando y con una seña le dijo a su compañero que se adelante.

Porque tenía algo pendiente con el chico que fingía reír junto a sus amigos, mientras cada tanto lo veía para saber cuándo acercarse.

Y así fue, cuando Jungkook saludo a lo lejos y giraba para irse, Taehyung no espero para disculparse e ir tras él.

En el camino, abriendo paso Jungkook pedía permiso mientras Taehyung evitaba el rose con los demás con la mirada fija en la figura del menor.

El encuentro se dio en la sombra de un árbol del gran jardín, en el que Jungkook solo tuvo que esperar unos segundos para tener la compañía de Taehyung y sentir la calidez de sus labios. Un pico, fugaz y tímido por parte del mayor.

—Tae, afuera no.

—Es que me sonríes tan lindo.

Taehyung tomó el coraje de entrelazar sus manos ante la vista de desconocidos, más que feliz de tener toda la atención de Jungkook, y que solo por estar cerca podía apreciar el leve rojo en sus orejas y una mueca de timidez.

—Te busqué ayer —mencionó Jungkook, queriendo no sonar interesando en la razón, pero provocando todo lo contrario.

—También te extrañé bonito.

Jungkook negó más de dos veces, haciendo reír al mayor.

—Solo fue raro no verte, ya sabes...

—Lo que sé, es que extrañe tenerte así de cerca.

Sin oponer resistencia sonrió junto al mayor. Y retrocedió un poco al ver las intenciones de Taehyung, juntar nuevamente sus labios.

—Esa manía tuya...

—No lo puedo evitar Jungkookie, eres lo más bonito y ayer perdí la oportunidad, y tienes esa regla tuya de un beso al día.

—Es que aún no somos nada... —dijo bajito mientras bajaba la mirada a sus manos.

Taehyung tomo suave del mentón del menor, junto sus frentes y al ver que Jungkook cerró los ojos, se permitió besar aquellos labios de los que nunca se cansaría.

Al separarse, Taehyung no dudo en soltar la mano del menor para abrazarlo, y la calidez lo envolvió al sentir ser apretado por Jungkook.

—No quiero que dudes de esto, Jungkookie, aunque cada encuentro sea especial, quiero formalizar de una manera en que sienta que me vas a decir que sí, sin dudar.

Te diría que sí ahora mismo, pensó Jungkook, pero solo asintió en brazos del mayor.

Con el tiempo ajustado Taehyung tenía que correr a clases, pero antes miro al chico lindo que le sonreía aún apretado su camisa, sin darse cuenta al parecer que no le quería dejar ir, sin avisar, fueron uno, dos, tres picos que dejaron a Jungkook sin nada que decir mientras veía correr a Taehyung lejos de él.

—Ese tramposo...


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Los días pasaron como de costumbre, con miradas y sonrisas a lo lejos para luego encontrarse en algún lugar de la universidad y Taehyung pedía su beso del día.

Jungkook aún pensaba en lo dicho por el mayor, "decir que sí, sin dudas", ¿Por qué Taehyung dudaba de lo que él sentía?

Lo había dejado acercarse, abrazarlo, besarlo, para él eso era mucho para el tiempo que llevaban de conocerse.

Jungkook recordó que fue Taehyung quien hizo lo posible para que fuera posible lo que tienen hoy en día, mientras que él había puesto la regla de no ser vistos por amigos cercanos y el límite de besos.

—¿Es eso? —Se preguntó a sí mismo, dejando de lado el libro al que ya le había perdido el hilo.

Es solo mientras tanto, le había dicho de igual manera al mayor, aunque tal vez Taehyung lo había olvidado y era por eso que dudaba del cariño que le tenía.

Debe ser eso, afirmó Jungkook, lo podía cambiar por Taehyung, el ser visto por sus compañeros no era nada terrible, solo quería tener la certeza de una relación, y el exceso de cariño podía manejarlo si eso lastimaba a Taehyung.

Devolvió el libro y salió apresurado en busca del mayor, que a esta hora estaría con sus amigos.

Con prisa busco en las mesas, al fondo pudo distinguir a Taehyung y se acercó sin tener excusa.

La atención fue toda de Jungkook, la plática se detuvo justo ante su presencia, la sorpresa y confusión no se dio a esperar en Taehyung.

¿Jungkook buscándolo? ¿La razón? Aunque no basto mucho para caer por el sentimiento de que lo había buscado y acercado a él por primera vez.

—Tae, quiero hablar contigo.

¿Tae? En la mesa se sorprendieron por la cercana forma de llamar a Kim, mientras que el mencionado solo asintió, se disculpó y lo siguió.

En un banquillo del pasillo comenzaría la conversación, Jungkook no se daría a la larga.

—Tae, me gustas, es un poco demasiado, cada día espero por verte y no sabes lo mucho que me enamora verte sonreír a lo lejos, así que cuando estamos cerca es un remolino de emociones.

Lo dijo, sin apartar la mirada, con su mano encima de la de Taehyung, mientras el mayor no podía ocultar el sonrojo y estaba sorprendido, así era mejor porque Jungkook tenía algo más.

—Lo de no dejarnos ver, no era mi intención lastimarte, tengo el anhelo de presentarte como una relación, no un casi algo, y el cariño frente a otros puedo manejarlo Tae, puedes abrazarme y besarme tanto como quieras, no habrá reglas. No quiero algo que nos separe o logre causar confusión en ti. Porque para mí siempre has sido un sí, Taehyung.

Taehyung alejó su mano, limpio sus ojos un poco y se estrujó en un abrazo a sí mismo, tratando de asimilar esa felicidad mientras daba golpecitos con sus pies, un escalofrío, eso era.

De inmediato volteo para sostener a Jungkook de sus mejillas y se acercó para un beso, un contacto dulce que duró poco más de cinco segundos porque lo que más quería Taehyung era abrazarlo, abrazarlo y que Jungkook no notará sus esfuerzos para detener a sus ojos de que soltaran alguna lágrima.

Abrazados con fuerza y en silencio, dejando pasar las palabras, Jungkook volvió a hablar.

—Taehyung, ¿Quieres comenzar una relación conmigo? Como novios, ya sabes...

La risa de Taehyung los alejo, quien ahora parecía más feliz de lo que normalmente se dejaba ver.

—Claro que quiero bonito, sí, sí, y de nuevo sí.

Y así estuvieron un ratito, luego de cada sí, un pico, que gustoso Jungkook recibía.

—Pero que hago ahora Jungkookie, ya tenía pagado los mariachis, y un avión con pancarta para pedirte ser mi novio.

—¡Debes estar bromeando! —dijo Jungkook preocupado por el desperdicio de dinero.

Y las risas de Taehyung lo afirmaron.

—No tengo tanto en mi cuenta, aún, ya tendré lo suficiente para la boda.

—Sí, eso queda en ti, tuve suficiente con esto —dijo mientras apretaba sus propias mejillas, sintiendo el calor, desconocía de donde saco el valor para confesarse.

Taehyung dejó un besito en su frente, mientras en su mirada la ilusión se hacía más fuerte, al no escuchar la negación de Jungkook por la boda.


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𝗠𝗮𝗻í𝗮 ᵗᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora