divorce ✧ kookmin.

Capítulo O1

—¿Realmente quieres que proceda el divorcio? —me encontraba sentado junto a la cama después de que Jungkook entrara a la habitación, solo observé cómo aflojaba la corbata alrededor de su cuello, luciendo un poco cansado después de un largo día de trabajo.

Yo también trabajé, y le habría masajeado el cuello si nuestra situación fuera diferente.

Si no estuviéramos hablando de divorciarnos.

—Sí —Jungkook se sentó en mi silla de trabajo que había traído al dormitorio después de que decidimos dormir por separado, y la falta de vacilación en su respuesta me abrió el corazón, sangrándolo sin piedad.

No sabía qué había ido mal.

Pero Jungkook un día dijo que había perdido su amor por mí, ya que cada día le comenzaba a gustar más su secretaria.

Traté de arreglar nuestra relación pidiéndole que se tomara un descanso del trabajo, pero Jungkook se negó, no le gustaba la idea de estar lejos de su secretaria.

Todavía lo amaba, pero él ya no sentía lo mismo.

No podía obligarlo a quedarse.

No cuando su corazón había cambiado.

Pero una cosa buena fue que su honestidad no cambió.

Fue honesto conmigo, no me engañó ni hizo nada a mis espaldas, y eso fue un rasgo que admiraba mucho.

Una de las razones por las que llegué a amar a este hombre sentado frente a mí.

Una de las muchas razones por las que acepté a casarme con él.

Pero este matrimonio estaba terminando, bueno, tan pronto como lo acepté.

—Está bien, pero necesito que cumplas con esta única condición y te dejaré libre —murmuré temblorosamente, manteniendo la calma para preguntarle sobre este asunto.

Quería preguntarle a Jungkook sobre esto, pero siempre dudé, lo que me hizo guardarlo para mí más tiempo de lo que pensaba.

—¿Qué es? —preguntó, un destello de alivio se vio en sus ojos cuando se dio cuenta de que no iba a aferrarme a él, pero pronto cambió cuando respondí a su pregunta.

—Hazme un hijo.

—¿Qué? —frunció el ceño y apreté los dedos en puños sobre mi regazo, pero sin retroceder ni siquiera ante lo perplejo que estaba Jungkook.

—Quiero tener un bebé propio. Y tengo un esposo, así que ¿por qué no? —volteé hacia arriba para ver a Jungkook quien se había levantado de la silla, Jungkook parecía bastante enojado mientras comenzaba a dar vueltas por la habitación.

—Estás bromeando —murmuró mientras agarraba su cabello, levantándome y deteniéndolo de dar vueltas de un lado a otro.

—No estoy bromeando —dije frente a él y colocando mis manos sobre su pecho, Jungkook agarró mis muñecas y me estremecí cuando me sujetó con demasiada fuerza.

—Joder, Jimin. Esto no es gracioso —maldijo mientras su mandíbula se apretaba, sus ojos oscuros mirando fijamente a los míos, pero no iba a retractarme de mis palabras.

Esta es mi decisión.

—No te pediré que nos mantengas, puedo hacerlo por mi cuenta mientras tenga mi trabajo. Solo déjame embarazado y el niño nunca sabrá que eres el padre —le devolví la mirada, exigiendo mi condición para dejarlo libre.

Sabía que estaba actuando de manera infantil, pero tener un hijo mío había sido mi sueño incluso antes de conocer a Jungkook.

Después de casarnos, el sueño parecía estar a mi alcance, solo para que de repente sentir que era imposible volver a lograrlo cuando Jungkook se me acercó ese día y me dijo que quería divorciarse.