La Otra Cara

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❝La llegada❞
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Era el comienzo de un nuevo día y eso Daisuke lo sabía muy bien.

No tenía ganas de levantarse de su querida y cómoda cama, ni siquiera tenía ganas de ir a la escuela tan temprano y más encima, el primer día.

O eso fue hasta que su madre le interrumpió su hermoso sueño.

─ ¡Vamos, Daisuke! Tienes que levantarte. ─ intenta despertarlo.

─ Uhm . . . ─ se tapa hasta la cabeza y sigue durmiendo.

─ Es tu primer día, Daisuke. ¡Tienes que levantarte! ─ la mujer le quita las mantas.

─ Hmm. . . ¿Cómo? . . . Qué dijiste. .─ medio dormido.

─ ¡Es la hora de que te levantes! ─ le tira un poco de agua en la cara, haciendo que se despierte más ─ ¡Y vas a llegar tarde! Así que apúrate ─ luego de eso, sale de la habitación de su hijo.

─ ¿Primer día? ─ tratando de recordar y bosteza ─ ¡Mierda! ¡Primer día! ─ se levanta rápido de la cama y en el proceso se marea.

─ ¡Ni siquiera preparé mis cosas!─ prepara los útiles rápidamente.

Luego de preparar todo, dejó su uniforme listo en la cama y posteriormente se metió al baño.

Después de unos minutos salió del baño ya bañado y se colocó el uniforme y sus zapatillas.
Agarró su morral y salió de su habitación apurado, después se dirigió al comedor que estaba cerca de la cocina.

Dejó el morral en una silla y se sentó para comenzar a desayunar. No tenía mucho tiempo por lo que tenía que apurarse.

Por un momento se le dio por mirar el reloj que estaba colgado en la pared.

Ahí comprendió que le habían mentido porque aún era temprano, todavía quedaba mucho tiempo para que pueda salir e irse.

─ Come un poco más despacio que todavía es temprano. ─ lo mira mientras que se toma un café y mira el pelo de su hijo ─ Pero mira tu cabello, está todo mojado. ─ se levanta y se acerca para secarle el cabello.

─ . . . ─ se queda mirando su desayuno ─ (Son las seis de la mañana. . .) ─ desayuna más despacio.

Lo único que pudo hacer es mirar con molestia la hora, todavía no podía creer que su madre le había mentido.

─Me queda una hora . . . ¿Y ahora qué hago?

Daisuke había llegado finalmente a la escuela y en la entrada de esta, estaban unos inspectores que si veían a un alumno o alumna sin el uniforme correspondiente no le dejaban entrar.

Ellos al ver a Daisuke con el uniforme como corresponde lo dejaron pasar sin problemas, luego comenzó a dirigirse a su nuevo salón y al llegar ahí fue al asiento de la segunda fila atrás de todo.

Al momento de sentarse todos sus compañeros comenzaron a entrar al aula. Algunos gritaban de la emoción al volver a verse y otros solamente se quedaban sentados mientras que revisaban sus celulares o escuchaban música, incluso había algunos que ya sacaban las carpetas.

─ (Quiero que el profe venga y no venga. . .) ─ saca la carpeta y la cartuchera ─ (¿Por qué siempre son tan molestos?) ─ mira a sus compañeros y compañeras.

En eso entró el profesor junto con otros alumnos más, escuchó como el profesor los presentaba y el como les decía que los trataran bien, aunque eso a Daisuke tanto no le importó, porque de igual manera se les iba a olvidar los nombres.

Observó como dos se sentaban juntos adelante de todo y el otro se había sentado atrás de todo en la tercera fila, justo al lado derecho de Daisuke.

La clase dio comienzo y él trataba de poner atención pero algo hacía que se llegara a incomodar poco a poco.

Miró a su derecha y pudo ver como su nuevo compañero lo estaba mirando.

Él al ser descubierto por Daisuke, solo le sonrió y a continuación miró al frente.

Y desde ahí, comenzó todo.

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Nota:
Más o menos así se sentaron.