Siempre había soñado con un amor inesperado, de esos que llegan y te cambian la vida por completo, de esos que salen en las novelas y que casi juran que son reales; Solo imaginen, una chava pobre, Que de no ser nada se vuelve millonaria, por que descubren que su tía abuela mamá de su tío que resultó ser el papá de su peor enemiga y que se había enamorado de su bisabuela, le hereda millones solo por que es la hija bastarda del nieto. Y así de complicado es en una novela que realmente dudo que sea cierta.. Pero bueno, el punto es que nunca había conocido a alguien que tuviera tan hermosa mirada como la tenía él, eran de esas que con mirarla te hacía intentar descubrir que había de tras de esa hermosa mirada.
La primera vez que lo vi, fue cuándo salía de una cafetería que solía frecuentar mucho, de echó conocía a casi todo el que entraba a ese lugar. siempre antes de entrar a mi trabajo; hacia que me relajara, que todo pareciera más tranquilo, Yo sin una taza de café al día no comenzaba bien
Entré, me senté en el lugar de siempre, donde nadie pudiera verme, No era como si me escondiera de alguien o así, Pero no me gustaba llamar la atención saque de mi bolso un libro que mi mejor amiga me había regalado para mi cumpleaños número 22 (ya me sentía vieja, ya se que parece exagerado pero asi lo sentía yo)
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-señorita Sofía, su cuenta.
(Me decía una señora como de 45 años y que yo por perderme en mis pensamientos no la escuche llegar)
-muchas gracias, elenita. (así le decían de cariño y ya de tanto tiempo de asistir a ese lugar pues, Ya nos conocíamos bien)
Me levanté de la mesa y comencé a caminar hacia la puerta, cuándo a lo lejos escucho que alguien menciona mi nombre, me doy vuelta y me sorprendí mucho al ver quien mencionaba mi nombre.
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