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14 de Febrero.

Una fecha extraordinaria; al menos para la mayoría. 

Para Yoongi lo era todo, y sí, contrario a las fechas favoritas del resto del mundo su día favorito era justo ese.
No era complicado responder el por qué, de hecho si alguien le preguntaba, y le preguntaban bastante cuando lo decía, era sencillo responder siempre.

Era simple; Yoongi era un romántico de primera, que miraba el mundo desde su perspectiva de amor en cualquiera de sus formas.

Amaba que hubiera una fecha para amar en voz alta y expresarlo de la forma más material posible. Aún cuando sabía que eso sonaba bastante extraño.

Pero el hecho de ver a las personas caminando con flores o globos, o teniendo los dedos manchados de chocolate y algodón de azúcar le llenaba el corazón de alegría.
Era como mirar a su alrededor en cámara lenta, y poder ver las manos entrelazadas de las parejas, o a las personas subiendo sobre sus puntas para alcanzar los labios del que en ese momento es el amor de su vida.

El hecho de que todo estuviera lleno de rosa y rojo y que las personas se tomaran la libertad de decir lo especial que eres para ellos.

Yoongi amaba demasiado todo eso. Cada simple detalle.

La mañana de su día favorito cuando entró por las puertas de la universidad todas las personas cerca de la entrada no pudieron evitar mirarlo por unos segundos, largos segundos.
No esperaban menos de Yoongi teniendo en cuenta el omega dulce y completamente adorable que era.

Además de indudablemente hermoso y del hecho que cuando se adentraba a cualquier lugar o pasaba caminando a un lado de las personas su aroma a leche fresa era tan penetrante dejaba a todos encantados.

Aunque no era tan normal en la universidad ver a alguien ser así de festivo y menos con un día que para muchos era tan común, aún así la gente no podía evitar adorar a Yoongi, ese pequeño omega de cabellos siempre alborotados y dulce sonrisa. Siempre atento, siempre participativo y envuelto en cualquier evento que ofreciera el campus.

—Feliz San Valentín —dijo con una enorme sonrisa mientras dejaba una paleta en forma de corazón en las manos de dos estudiantes completamente desconocidos para él

Yoongi llevaba pantalones y cárdigan rosa y una camiseta roja, además de accesorios de corazón, medias blancas con puntos rojos y tenis rosados.

Y lo que hacía que la vestimenta fuera aún más adorable, además del moño sobre su cabellera castaña o los lentes llamativos de corazón, era la enorme canasta que le costaba un poco agarrar, en donde llevaba probablemente cientos y cientos de paletas de cereza para repartir a cuanta persona se le cruzara al frente.

Incluso había llegado una hora antes que su clase para poder recorrer los pasillos deseándole el mejor día a cada persona. Estaba muy feliz, quizás demasiado pero no podían culparlo; era su día.

—¡Hobi! —llamó a gritos cuando su mirada encontró a uno de sus amigos quien al instante extendió sus brazos hacia él para recibirlo de manera amorosa como era su costumbre

—Feliz día de San Valentín Yoonie

Sonrió sin poder ocultarlo al ser envuelto en el aroma de vainilla que desprendía su amigo, otro omega un año mayor que había conocido en una conferencia informativa cuando a penas estaba considerando ser aceptado en la universidad.

Hoseok, o como le gustaba llamarlo, Hobi, estaba esa ocasión apoyando en la entrada del auditorio, acomodando a los alumnos en filas para conservar el orden y en un momento en el que la fila no avanzaba quedaron frente a frente.

𝑯𝑰𝑮𝑯𝑬𝑹 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora