Cinco Hechizos

Capitulo 1: "Renaciendo"

En el fondo, nadie entiende esa emoción que uno tiene al querer acabar con todo, sea odio, sea las ganas de gritar o llorar. El deseo de acabar con todos tus problemas con tan solo un disparo, acabar con lo que no te gusta y reírte de la desgracia que te da diversión.

Quizá eso sea, quizá por eso estoy aquí, atrapado en una vida de miseria y tristeza, el que mis padres manejen una suma excesiva de dinero no significa que sea feliz. Solo los veo alejarse cada vez más y a lo lejos casi ni reconozco sus rostros, se tornan borrosos y al poco tiempo se me hacen completamente extraños. No pretendo importarles, pero tampoco quiero que me ignoren, como la chica que me gusta, al parecer no es la persona que pensaba, quizá ese sea mi problema, siempre me baso en la apariencia física y no veo realmente a la persona, a su esencia.

Por eso sigo aquí a punto de ser feliz, de acabar con mis problemas, porque, por eso estoy aquí ¿No? Solo quiero ser libre, ¿Libertad?

¡Sí claro! Como si supiera que es eso, siempre mis padres me decían que tengo y que no tengo que hacer, quizá porque son mis padres, quizá porque quieren lo mejor para mí o quizá solo porque para ellos todo lo que hago es equivocado y creen que sin ellos yo sería uno más del montón. Nunca fui suficiente para ellos, me regañaban cuantas veces podían y si no lo hacían era porque estaban de viaje o porque yo me escapaba y me iba donde mi amigo Jared, Jared Elliot.

¡Jared! Es cierto, ¿Qué pasará con él cuando ya no esté? Creo que quizá llore un tiempo y luego me olvide, así como lo hicieron los demás amigos que tuve. Sí, no era muy popular en la escuela, a pesar de tener dinero, siempre me ignoraban, quizá porque nunca les hablaba o quizá por mi forma de esquivarlos al momento que querían iniciar una conversación conmigo. Pero Jared no fue así, él fue más cortés conmigo, jamás se fue, aun cuando yo lo botara o insultara, nunca se fue, quizá el vio en mí lo que los demás no podían ver, quizá el supo lo que en verdad me pasaba.
Mis ideas se nublan al pasar los minutos, con este viento helado y húmedo no quiero seguir pensando, se siente como una voz interior que quiere ocupar mi mente, quizá sea yo mismo, tratando de despertar. Cada vez que termino un pensamiento, se me cae una lágrima, no puedo dejar que cosas así me afecten, no quiero sentirme así, no deseo el mal; pero siempre cuando pensaba que todo me iba bien, siempre llegaba algo malo. En mi cumpleaños, mi padre me llamó desde el hospital informándome que mi abuelo murió, cuando empecé una relación con una ex-amiga que tenía, muere mi tía favorita, cuando recibo la noticia de una beca completa en una universidad de prestigio, atropellan al único perro que tuve.

Seguro mi destino es olvidar a los seres queridos que tengo, quizá solo debo separarme de lo que me hace feliz, quizá solo debo estar triste para que los demás sean felices, solo debo desaparecer para que este mundo sea mejor.

Sigo sintiendo frío, esta vez siento más frío que antes, empiezo a pensar que el clima sabe lo que va a suceder, quizá solo me esté diciendo que ya es hora, que ya es hora que me vaya, así como se fue Sara. Sí, Sara fue una persona muy especial para mí, más que eso, fue mi novia, la más larga relación que tuve. Nuestra relación parecía como de ensueño, como si nunca acabaría, como si estuviéramos destinados a estar juntos para toda la vida; pero no fue así.

Recuerdo que una mañana me dijo que tenía que regresar a su país - lo sé, ella no es de aquí - me dijo que ya faltaba poco y que quería que yo fuera con ella, así seguiríamos juntos. Quizá debí seguirla, quizá eso hubiera echo que no se enfermara, quizá eso hubiera evitado su muerte, con 16 años de edad, ella falleció. Como si nunca hubiera estado presente, como si nunca hubiera existido, empecé a olvidar su rostro, empecé a encerrarme dentro de un cuadro depresivo, dejé de querer, dejé de abrir mis sentimientos hacia las demás personas, me mantuve aislado durante mucho tiempo.