No me des permiso
No me adviertas no poder
Con tus compromisos y tu ayer" blaspolidorii solicitó seguirte "
— Quien chota es Blas Polidori, Martu?
Lunes al mediodía en la casa de Martina, las hojitas de los arboles de movían al compas de una pequeña ventisca, estaba fresquito como un mediodía de otoño.Samira junto a Martina estaban comiendo un plato de fideos con tuco, siendo observadas por Monica, la mamá de Martina, quien había cocinado el riquísimo plato de pastas.
A Samira le encantaba estar en casa de Monica, y a Monica le encantaba la presencia de Samira.
Samira no tenía tan buena relación con su mamá como la tenia Martina. Envidiaba eso.
Martina, Rubia de un metro setenta, ojos claros, delgada, y algo morocha debido a que le encantaba broncearse, era una muñequita, una modelo.
Tenía un novio que era un tincho rugbier de nordelta, y era un encanto como novio.
Lo tenia que admitir.Hija de monica, una bella mujer de 42 años que parecía que siempre estaba en su mejor etapa, estaba llena de buenas vibras y es un amor como persona. Y también hija de Horacio, un hombre atractivo y alto, trabajador y buen padre, increible progenitor. Cumplía cada uno de los caprichitos de Martina y su hermana Sofia, la cual era la menor de la familia.
También tiene un hermano menor, va, no tan menor.
Matías, de 17 años, deportista rugbier rubio pinamar tincho, etc..y uno más chiquitito, Tomás de unos nueve años.
Podría quedarme hablando una hora entera sobre lo increíble que es la familia de Martina, tanto que yo quedaría en segundo plano.
𓇼
— Estas con los cachetes colorados, Samira. ¿Te estarás por resfriar ? —Monica habló desde el otro lado de la mesa.
Ay no. Yo espero que no. — Río Samira mientras tocaba su propio rostro.—
— Tomate algo por las dudas, ya sabes donde está la caja con medicamentos. No quiero que te andes resfriando justo ahora que es cuando más tenés que disfrutar. — Monica acarició suavemente uno de los mofletes de Samira mientras se dirigía a algún otro lugar de la casa. —
— Tranqui Ma, que nosotros nos encargamos de cuidarla si algo le pasa. — Tomas entro hablando con los pies llenos de barro y una pelota de futbol en las manos, acercándose a saludar a los integrantes de la casa. —
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PUTITA | Blas Polidori
FanfictionSos tan espectacular que no podés ser mia y nada más. actualizaciones lentasss