capítulo 3: Bienvenido a la academía.

310 27 4
                                    

Kenta veía todo desde la oscuridad... Vió absolutamente todo, vió la paliza tan feroz que Tj les propinó a esos idiotas, apesar de que se sentía asustado...estaba raramente aliviado, sentía que cada golpe, cada codazo, cada cabezazo que esos tipos recibían era una caricia a su alma, era como si cada dolor que hubiera sentido en el trayecto de dos años que esos malditos decidieron meterse con su madre...fuera curado con una simple acción.

Kenta aún recuerda la forma en que Tj se acercó a él y le entregó su móvil, sus nudillos estaban rojos y cubiertos de sangre de esos tipos.

"Toma tu móvil Kenta...no borres el vídeo, considera esto como un regalo de mí parte...cada que te sientas mal, mirá ese vídeo y te vas a sentir mejor...y créeme cuando te digo, que nadie volverá a molestarte, eres amigo de Takashi...y con los amigos de mí estudiante nadie se mete."

esas palabras lograron ir en lo profundo de la mente de Kenta, pudo ver qué apesar de que Tj conocía a Takashi de tan sólo un día, lo protegió como lo protegería y ayudaría un maestro a su estudiante. Esto fue suficiente para que Kenta pensará en una sóla cosa: "Yo también quiero estar con ustedes".

actualmente...

habían pasado más de tres días desde el suceso, Kenta estaba junto a Takashi corriendo en las orillas de la playa, su ropa estaba mojada luego de haber hecho nado contra la corriente del mar, según Tj; esto haría que al correr con el peso de sus ropas mojadas y más el ir y meterse al mar para luego salir y seguir corriendo...sus movimientos sean más rápidos debido a los cambios de presión y gravedad. (Nota: No sé si sea real esto, pero sonaba genial en mí mente, en caso de que sea falso quedé como un boludo.)

tanto Kenta como Takashi temblaban de frío mientras seguían entrenando, por su parte Tj andaba bien abrigado a la vez que comía una Dona.

"Lo estamos haciendo bien muchachos, sigamos así."

Takashi: "¿lo estamos?, ¡nosotros estamos haciendo todo el trabajo!."

Kenta: "Siento que en cualquier momento me dará hipotermia..."

"Ya, ya no sean maricas. Vamos, tomen las toallas y cambien sus ropas, terminamos por hoy..."

Ambos suspiraron al saber que está tortura había acabado, Takashi y Kenta fueron a cambiarse mientras aún cambiaba, por su parte Tj se había ido para luego aparecer con dos vasos de café, posiblemente compradas en una cafetería.

"Tomen, es café y no tiene azúcar, el café amargo les ayudará a despertarse e ir a la academía con más energías, recuerden que a la tarde nos veremos para seguir entrenando."

Tanto Kenta como Takashi tomaron los vasos de café y comenzaron a Berber, aún temblando como si no fueran más que hojas temblando bajo la lluvía.

Kenta parecía estar muy metido en sus pensamientos... después de todo, admitía que se sentía más feliz luego de entrenar, se sentía que podría contra cualquiera en este mundo...pero cuando se veía al espejo, veía a ese mismo niño llorón y tímido el cual no pudo hacer nada para proteger a su madre, eso era lo que provocaba que aveces llorará sin control... sentía que el entrenamiento daba sus frutos, ¿pero de qué servía si seguía siendo un niño?. Nunca tuvo a nadie para que le enseñará a tener actitud, ni siquiera su padre que a veces veía que no era más que un cobarde como él, ¿entonces por qué seguía entrenando?.

Tj fue capaz de notar al pequeño Kenta, podría llegar a sentir su dolor y frustración... podía llegar a sentir sus ganas de ser más fuerte pero esas ganas se verían obstruidas por algo... quizás era su baja autoestima, ¿era eso?.

Tj recordó que cuando era niño, el mismo tenía esos problemas, él creía que jamás podría ser fuerte y ser un debilucho viviendo su propio infierno personal toda la vida...pero eso cambio cuando entendió que aún era un niño, era pequeño aún, que aún le quedaba mucha vida por delante y que pronto iba a crecer...cuando Tj era niño, siempre necesitó palabras de aliento, el mismo se tuvo que conseguir su propio auto aliento y aprender a ser fuerte, pero este niño parecía no tener a nadie... quizás el podría arreglarlo si seleccionaba las palabras adecuadas con las cuales  poder hacerle ver  otra realidad al pequeño Kenta.

un grappler en el mundo Ntr.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora