Mientras estaba en la escuela se sentía observanda, al igual que en su casa, en el parque, caminando por la calle o incluso estando sola en su habitación.
La femenina gustaba de un varón de su clase, conocido como el callado del salón, ya que no hablaba con casi nadie, era raro, pero a ella le encantaba. Solían cruzar miradas y eso la volvía loca, aunque no tenía el valor de ir a hablar con él, así que solamente le sonreía y lo saludaba, algo que el chico usualmente le correspondía y le devolvía el saludo.
"Es tan lindo..."
"Ya! Deja de hablar de muchiro, es demasiado raro, no entiendo porque te gusta"
Contesto clara, __ y ella estaban en llamada y todo ese rato, la femenina estuvo hablando del varón, algo que ha le comenzaba a molestar a clara.
"Lo siento! No me doy cuenta..."
Bueno, tranquila... igual yo debo ir a cenar, nos vemos luego"
Luego de ello corto la llamada, __estaba sola en casa ya que sus padres habían salido. Comenzó a aburrirse bastante al no tener a nadie con quien hablar, así que decidió poner algo de música para pasar el rato.
En todo momento se sentía observada, pero decidió no prestarle atención, ya que siempre se sentía así.
"Que calor hace..."
Protesto __ mientras estaba en su habitación, habían pasado pocos minutos y el sentimiento se hacía más frecuente, cada vez se sentía más y más... acompañada, en su casa, incluso comenzó a escuchar algunos pasos en la cocina, lo cual hizo que se le helara la sangre, pensando que quizás era un ladrón.
Intento hacerce la valiente, así que fue a ver lentamente si había alguien, bajo las escaleras y al asomarse por el pasillo... no vio nada, solamente noto la oscuridad de aquel, antes de sentir como una mano en su cintura y otra en su boca.
"Shh... tranquila..."
Aquella voz sonaba a la de un varón, con un tono tranquilo y calmado, bastante parecido a la voz que pocas veces escuchaba de muichiro.
"Eres tran preciosa... no sabes cuanto espere este momento... poder tocarte, poder oler tu aroma..."
__ sintió un cálido aliento chocar contra su cuello, y besarlo suavemente, lo cual provoco un escalofrío a lo largo de su cuerpo.
La femenina intento voltearse para ver quien era, encontrándose con el callado de su compañero, aquel que tanto adoraba y deseaba.
La figura no se veía muy bien ya que estaban en plena oscuridad, y apenas se acostumbraba la vista, pero aún así se podía distinguir con facilidad aquellas puntas celestes como su mirada.
"Mmh... mmh"
"No es necesario que hables... ya sabes que soy muichiro..."
Murmuró el varón, dejandole un beso en la mejilla antes de tomarla firmemente de la cintura, con las dos manos.
"Sabes? Me conozco de memoria tu casa... así que se donde es tu habitación"
Al entrar en ella, él la dejó sobre su cama y comenzó a quitarse la camisa, dejando ver ese cuerpo levemente marcado.
"No te hare daño... te lo prometo"
