Ella se merece algo mucho mejor.
Desde su lugar en la mesa familiar, Pablo puede sentir el perfume asqueroso y penetrante de la vieja Scaloni. Esos, al estilo Chanel número cinco, que parecen haber sido fabricados en mil novecientos cincuenta y dejados para añejar, quién sabe por qué. De esos que se usan en ocasiones especiales. El aroma es tan fuerte y penetrante que tiene que olerse las mangas de la camisa para filtrar un poco el aire o se va a asfixiar.
La reunión de ambas familias esta noche tiene como único propósito el celebrar el acuerdo nupcial que su padre, Ricardo Aimar, confabuló junto a Ángel Scaloni para afianzar su poderío de cara a una posible carrera política de ambos. Los patriarcas son los presidentes de sendas empresas siderúrgicas líderes en el país, hecho que, con un matrimonio arreglado de por medio, se transforma en una poderosa arma contra cualquier amenaza futura.
La elegida de los Aimar fue Laura, hermana menor de Pablo y por el otro lado, Lionel Scaloni, un año más grande que Pablo. Laura es un alma que esparce felicidad en donde sea que esté. Solidaria, paciente, amable y cálida. Por otro lado, el mayor de los Scaloni es un pelotudo de treinta y dos que vive de joda en joda, aparece en programas de chimentos por su largo historial de novias y si algo le faltase, es un arrogante insoportable que no conoce el término 'humildad.' Con esa premisa se encuentran hoy todos sentados a la mesa, celebrando el compromiso de ambos, y el chico puede ver claramente el sufrimiento de su hermana a pesar de portar su impoluta máscara para eventos sociales.
—Todo el mundo me habla maravillas de vos, Laurita. Tu trabajo en la fundación es brillante. —comenta el mayor de los Scaloni, a la cabecera de la mesa.
—Muchas gracias. —musita la chica de ondulados cabellos, moviendo su comida con su tenedor.
—Sí, seguramente van a trabajar mucho juntos ¿no? —acota Pablo— Digo, porque su hijo es famoso también por sus... obras caritativas.
El padre de Pablo no dice nada, pero María, su madre, le lanza una mirada censuradora desde el otro lado de la mesa.
—Che, pero qué buen hermano sos. Sí, sí, vamos a trabajar bien con Laura. —el prometido toma una botella de Cabernet y se aproxima para servirle una copa a su futura esposa— Pero contanos algo de vos, Pablito ¿cómo van esas pasantías en Recursos Humanos?
Aimar aprieta los dientes, pero se contiene.
—Soy Subgerente de Relaciones con la Comunidad. Hace dos años que no estoy en Recursos Humanos.
—Ah ¿sí? Mirá vos. Como nunca escucho tu nombre en nuestro círculo, me parecía raro que no hicieras nada. —responde el pelinegro, sirviéndose una copa para si mismo.
—Al menos mi nombre no sale en LAM porque se armó quilombo. —retruca Pablo, cortando su carne en el plato.
—Bueno, bueno. —interrumpe María, con una sonrisa azucarada— Vamos a ser familia, así que las peleítas de adolescentes se quedan en la adolescencia.
Pablo mantiene su boca cerrada, sin levantar la vista del plato. Puede sentir los ojos de Lionel Scaloni fijos en su rostro, divertido. Si de algo puede enorgullecerse Pablo es que jamás pidió nada regalado. Entró a la empresa de su padre desde abajo, como un pasante más hasta quedar efectivo e ir aprendiendo el oficio, circulando por todas las secciones para poder conocer de primera mano el funcionamiento de todo. Y especialmente, conocer a sus empleados a fondo. En cambio, el nene mimado de Scaloni lo único que sabe hacer es gastarse la guita del padre y poner la cara cuando hay que inaugurar algo. Un chupasangre de pura cepa.
La cena termina en relativa calma y de regreso al hogar, Pablo se encamina hacia la habitación de su hermana para hablar con ella. Pero cuando abre la puerta, nota un aire extraño. Laura estaba hablando con alguien por teléfono y corta sin siquiera saludar, antes de centrar su atención en su hermano mayor.
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Martirio (Scaimar)
FanfictionLos apellidos Aimar y Scaloni estuvieron siempre ligados a los magnates de la industria siderúrgica argentina. Ambas familias desean unirse para volverse más poderosas a través de un matrimonio por conveniencia. Pero una decisión de último momento a...