𝐌𝐏 ▍ Mitsuri siempre fue una persona impresionada por el amor, la palabra la apasionaba de cierta manera más que cualquier hombre de la academia Kimetsu.
Muchas de sus pinturas reflejaban su visión de este sentimiento, alegría, unión, positivismo...
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Mitsuri Kanroji era una alumna que era algo (muy) conocida entre una gran cantidad de alumnos, aunque ella no era muy consciente de eso. La joven parecía algo apegada en sus propios sentimientos retratados diariamente en diferentes lienzos.
"Si tan solo supiera de mi" susurraba un hombre "tan apegada a sus dibujos y no a nosotros" decía otro "es tan extrañamente soñadora" mencionaba otro. Frases así se dispersaban por lugares como la cafetería, la biblioteca, el pasillo y un largo etcétera.
Un día cómo podría ser este, Mitsuri ya no era una estudiante de preparatoria como lo habia sido un largo tiempo, se había graduado al fin para pasar a la universidad. Ella se encontraba al fondo del auditorio junto a uno de sus maestros que ella juraba recordar más en su futuro.
—¿Y que va a estudiar, señorita Kanroji? —Preguntó el profesor Rengoku con una pequeña sonrisa.
Suspirando, le devolvió la mirada a su mentor y respondio brevemente — Artes.
Rengoku miraba a su alumna bastante orgulloso, sinceramente era una persona que le encantaba ver como sus alumnos tenían la fortuna de graduarse, o incluso, poder vivir prósperamente.
Los dos se despidieron mientras Mitsuri corría a la primera fila del auditorio, esperando el apretón de manos con todos los puestos más importantes de la academia.
Iba escuchando como voceaban los nombres de muchos de sus compañeros, algunos de ellos, los admiraba hasta como caminaban normalmente, que te digo, ella era muy amorosa.
Repentinamente, se había escuchado su nombre por todo el lugar, corrió hacia donde se encontraba el director junto a otros profesores, sus ojos brillaron la ver el diploma en sus manos.
—Que tal... Que increíble forma de estrenar departamento.
Exacto, ella iba a gozar de un nuevo departamento después de la ceremonia. En realidad, ese departamento ya llevaba 2 días con ella, pero seguía siendo nuevo.
El departamento se podía resumir en coloridos retratos e incluso creaciones suyas, deslumbrando ahí un gracioso gato de colores vibrantes.
Habia llegado ahí y un suspiro salió de la nueva universitaria para poder empezar a acomodar pertenencias faltantes. Iniciando con varias prendas suyas y terminando con el nuevo diploma.
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•¡Una historia que posiblemente deje abandonada como las que les debo a otras personas! De igual manera espero que lo que vaya a durar esto lo disfruten.
