Por lo que no pasó

Un nuevo inicio

Siempre he pensado que el amor a primera vista no existe ¿Por qué quien puede sentir algo tan grande de un momento a otro?.
Cuando nos conocimos lo primero que sentí fue atracción, una inexplicable sensación de nervios me recorría por todo el cuerpo cada que me mirabas y desde ese día hemos sido como imanes que se atraen, pero a veces me cuestiono si realmente estábamos en la misma dirección.

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El primer día de clases es en lo único que puedo pensar, me aterra entrar a un nuevo colegio y más aún sabiendo que todas mis amistades estarán en otro lugar. Mi nombre es Olivia Sixtos y vivo en un pueblo a las afueras de México, un lugar pequeño pero muy acogedor. Y hoy 15  de agosto apenas siendo las 7:30 a.m. me encuentro delante de mi nuevo salón de clases, nunca he sido una persona muy social por lo que hacer amigos me parece un gran reto, pero todos estos pensamientos se quedan atrás cuando entro al aula es un lugar agradable, lo primero que visualizo es la pintura blanca del salón además de  30 butacas perfectamente ordenadas, decido sentarme en la primera columna ocupando el segundo asiento, detrás de mi hay dos chicos Alonso y Simón como podría olvidarlos si a simple vista son tan agradables. Y delante mío hay una chica realmente hermosa y muy simpática aún que las primeras impresiones no siempre terminan bien.

El día transcurrió de lo más normal y hasta el momento ya he descifrado que papel tiene cada integrante del aula. Por un lado están las chicas populares o mejor dicho extrovertidas, luego están los chicos atletas y por lo que he visto Alonso y Simón pertenecen a ellos, uno es demasiado simpático y el otro es tan misterioso y reservado.
Alonso es alto, con rulos de color castaño claro y unos ojos verdes tan adictivos, en cambio Simón tiene el cabello corto color castaño oscuro y su mirada es tan dulce como el color miel de sus ojos, me he dado cuenta que ambos son mejores amigos dado a que todo lo hacen juntos y ambos comparten la pasión por el futbol.
En el descanso conocí a tres chicas que para nada pertenecían al grupo de las populares, en los 30 minutos que conversamos realmente teníamos mucho en común como lo era el amor por la lectura. Y sin pensarlo ya había encontrado a mi nuevo grupo de amigas y sería un cuarteto perfectamente equilibrado conformado por Diana tan simpática y dulce, luego está Erika con una personalidad tan única por último pero no menos importante está Sara tan alegre que parece un pequeño rayo de sol, así fue como sobreviví  al terrible primer día de clases.