One Shot

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"Siete años"


La sonrisa que había intentando mantener en mi rostro tras escuchar las palabras del vampiro en frente de mi, se borró inmediatamente y cambiada por una expresión confusa. Él... Me había rechazado.

Ahora me doy cuenta... Ahora me doy cuenta de lo tonta que fuí al esperar ser recibida por un abrazo. Fuí tonta al esperar ser recibida con una sonrisa de su parte. Todo a cambiado, ¿Por qué el iba a ser diferente? ¿Por qué... Tuve esperanzas de que él no hubiera cambiado?

Se me hizo un nudo en la garganta cuando intenté decir algo y mis ojos se llenaron de lágrimas que contuve. No iba a llorar frente a él. Las palabras de Eweleïn y Huang Hua se repetían en mi cabeza.

"Nevra a cambiado... Volvió a sus encuentros casuales con distintas chicas... Pero tienes que entenderlo, Eri, pasaron siete años"

Pasaron siete años. Esa frase parecía ser la frase del día y probablemente del resto de año.

— oh... En-entiendo... —dije como pude mientras retrocedía para alejarme un poco de él, intentando no llorar —. bueno... Yo... Mejor te dejo solo... me voy con los demás — me excuse antes de darle la espalda.

No pude avanzar mucho antes de que me tocara el hombro, e instintivamente me aparté antes de mirarlo con una sonrisa fingida.

Realmente estaba haciendo mi mayor esfuerzo en no ponerme a llorar ahí mismo.

— Erika, no he olvidado nada de lo que pasó entre nosotros y lo recuerdo con mucho aprecio.. pero son solo eso, recuerdos... Ya pasaron...

— Siete años... —completé su frase —. Claro. Lo entiendo, no... No te preocupes por mi, disfruta la noche.

— igualmente, Erika.

Caminé como si nada entre la gente, hasta que no sentí la mirada del vampiro en mi espalda, asi que inmediatamente empecé a correr para irme a encerrar a mi habitación.

Al llegar, me recargue sobre la puerta. Y golpeé mi cabeza suavemente contra al puerta. Estaba frustrada conmigo misma por haber sido tan tonta como para creer que Nevra iba a abrazarme o, por último, sonreirme, después de haber escuchado lo que me advirtió Huang Hua. Me sentía tan humillada e incómoda que estaba segura no saldría de mi habitación en unos días.

Las lágrimas no tardaron en salir, pronto mis mejillas estaban llenas de ellas y por más que las limpiara de inmediato salían nuevas. Sentía que me costaba respirar y mis piernas perdieron fuerza. Terminé sentada en el piso de mi habitación llorando en el borde de mi cama.

Que ironíco. También estaba llorando de esta forma cuando Nevra llegó a consolarme,  me declaró sus sentimientos y me dijo que fuera suya y él me pertenecería por la eternidad.

Solo que esta vez, nadie vendría a consolarme. Todos estaban demasiado ocupados con sus increíbles vidas llenas de paz y alegría, vidas de las que yo no formaba parte... Y tendría que aceptarlo y entenderlo, porqué ya habían pasado siete años...

Siete Años [One Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora