Yo no te quiero

13 3 3
                                    

El sonido del viento y el golpeteo fuerte de los herreros creando armas era lo único que ella escuchaba mientras despertaba. Se encontraba recostada en su cama con su ceño fruncido, mientras una de sus mucamas entraba a su habitación y le traía el desayuno.

—buenos días princesa Natalie, como ha amanecido?—hizo una pequeña reverencia y colocó el desayuno que traía en una bandeja sobre la cama de la princesa para que ella pudiera comer sin tener que moverse de su lugar

—no es necesario tanta formalidad Mina, sabes que no me gusta que me traten como si no pudiera hacer nada—dijo amablemente mientras le ofrecía un poco de su desayuno a la chica de piel rosa

Charlaron y reían mientras ambas se hacían compañía, ya que Mina era la mejor amiga de Natalie, se conocían desde pequeñas y cuando ya tenían 15 años fue asignada su mucama personal

Mientras un joven y apuesto príncipe se encontraba caminando tranquilamente por los pasillos de su palacio

Sonreía con suficiencia, pues a su alrededor, las sirvientas (extras como le dice él) suspiraban y se sonrojaban mirándolo descaradamente.

—Camie—habló firmemente a la hermosa chica que se encontraba frente a el, quien traía puesto su traje de sirvienta, pero resaltaba las curvas perfectas de su cuerpo

—si mi príncipe?—hiso una reverencia, en la cual descaradamente hacia que sus pechos resaltarán más de lo debido, provocandolo

—necesito que me acompañes—pasó por su lado sin mirarla y ella lo siguió apresuradamente

Luego de un rato, solo se podían escuchar gemidos y jadeos en una de las habitaciones. Bakugo repartía besos por el cuello de la chica, mientras ella estaba con la parte de arriba de su uniforme desabrochado y se sostenía de su espalda.

—valla, veo que te diviertes mucho antes de nuestra boda...Katsuki

Él se separó bruscamente de la chica y miró a la portadora de esa voz, a la chica que lo perseguía en sus sueños, la chica que lo sacaba de quicio y no le dejaba en paz, a su bella prometida, Natalie Heartfilia

Decir que estaba sorprendido era poco, realmente no podía decir nada, solo se quedó mirándola sin expresión alguna

—será mejor que te vistas y luego te largues—mencionó Nat mirando a Camie con su ceño fruncido y cruzando sus brazos sobre su pecho

—su alteza, no dirá nada?—preguntó preocupada la chica esperando que el príncipe corriera a la persona que los había interrumpido

—estas sorda o que?—él se volteó a verla más que enojado—que te largues maldita sea!!

La cogio del brazo y prácticamente la arrojo fuera de la habitación, cerrando la puerta de un fuerte portazo, quedándose a solas con su prometida

—y bien?—dijo ella con ironía—ahora me pediras disculpas y me dirás que ella te sedujo y como hombre no te pudiste negar?

Él la miro estupefacto, ella lo conocía tan bien, pues no era la primera vez que el la engañaba, pero si la primera vez que lo sorprendía en medio del acto

—no te debo ninguna explicación entrometida—se acercó a ella apresuradamente y la cogio de la cintura apegandola a él

—si, tienes razón, tu puedes hacer lo que te plazca pero—lo apartó de un empujón—por favor se más discreto Katsuki, o por último buscate a alguien que no haga tanto ruido, escuche los gemidos desde mi habitación

Literalmente. Ella había pasado la noche en el palacio de los Bakugo, y se había llevado a Mina con ella

—no quiero que después que nos casemos la gente hable de como te revolcabas con cada mujer que te mostraba un poco los pechos—suspiró cansada

Nankurunaisa  (Katsuki Bakugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora