Libro #1 Wrong (M.Y.G +21)

Ocho

FREYA.

Ver como sus labios se movían mientras hacía una llamada, me mantuvo hipnotizada en lo que la ginecóloga sacaba los tubos de sangre.

-Listo señora Ivanov.

Señora Ivanov.

Ni siquiera estamos casados, por dios solo nos une este bebé, no sabia su nombre hasta hoy. De la nada mi corazón latió con demasiada rapidez, recordando que pasaría cuando la mujer salga de la habitación.

No lo dijo enserió. No creo que lo diga enserió.

Busque mi uniforme para cambiarme, pero el clic de la puerta me interrumpió a medio camino.

-¿Qué crees que haces? -se fue abriendo los botones de la camisa de manera lenta mientras caminaba hacia mi, la piel blanca llena de tinta se asomaba con cada botón -¿escuchaste lo que dije? Voy a follarte.

Regrese los pies arriba de la cama, y me arrincone contra la cabecera, trague en seco cuando su camisa cayó al suelo mostrándome ese cuerpo marcado, con algunas cicatrices entre los tatuajes, quise apretar las piernas.

-No.

-¿No? -su voz se hizo mas grave - creo que aún no entiendes -tomo mi tobillo para jalarme y ponerme en medio de la cama -no es una opción, además -beso mi cuello pasando una mano en medio de mis muslos -tus bragas están tan mojadas sin siquiera tocarte, admite que también lo deseas -mordió el lóbulo de mi oreja -solo así dejare que te corras.

Sus labios recorrieron mi cuello hasta están en medio de mis senos dejando mordidas lentas, podía sentir el calor de mi cuerpo contra mi piel. Mi maldita vagina se contraia en cada beso y el cómo su lengua delinea mi vientre hasta llegar a mi entrepierna.

-Ahora dilo, di que me deseas también, no hay manera en que tus jadeos me mientan, sin mencionar que me arrancaras el cabello al tratar de llevarme a tu coño.

Mire de reojo y no me había fijado que mis dedos se habían metido entre sí cabello, estaba mal, ni cuerpo me tendió una trampa y la necesidad de que se entierre en mi se ha vuelto insoportable.

-Por favor...

-Por favor Yoon follame, así es como debes pedirlo.

-Follame Yoon, por favor.

Es increíble que solo verlo, escucharlo hablar, que me toque lo más mínimo, me ponga de esta manera.

Pero se que puede hacer, y lo recordé cuando su lengua presionaba mi clítoris al lamer con lentitud haciendo un sonido tan obsceno, que casi me corro en su boca solo con eso.