Chat. 24. Chisme

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30 de abril del 2023

Sentía que todo a su alrededor daba vueltas.

Los ojos le pesaban, su respiración era tranquila, pero podía sentir como su cuerpo comenzaba a arder.

A doler, como si hubiera corrido demasiado.

Y probablemente lo hizo. Pero no lo recordaría hasta un rato después.

Con todo su pesar y con algo de dificultad, Harry se levantó del suelo del que parecía ser de su habitación; sus piernas temblaban y sus brazos ardían, su hombro izquierdo comenzaba a doler demasiado, su vista comenzaba a aclararse. Los recuerdos del día anterior lo golpearon hasta agobiarlo.

Una vez que logró ponerse sobre sus pies, frente a él se encontraba abierta la ventana de la habitación.

"Tuve una cita con Draco y fui a una fiesta anoche..."

Con una pequeña sonrisa, el chico dejó salir un leve suspiro y relajo poco a poco los hombros, no se había percatado de lo tenso que se sentía, aunque bueno, tampoco era tan consciente del cansancio de sus extremidades.

Con algo de desenfreno observo a su alrededor con el objetivo de dar con su celular que no veía por ningún lado; con ambas manos palmeo los bolsillos traseros de su pantalón hasta llegar a los bolsillos delanteros.

"...No le avise a Draco que llegue a casa..."

Y como si una aguja le hubiera picado una costilla, Harry recordó TODO lo de la noche anterior.

Después de su salida con el lindo chico de ojos grises, el muchacho se había dispuesto a llegar temprano a casa, pero una llamada de su amigo Dean Thomas había interrumpido su tan conocido recorrido hasta su hogar.

"Hey, ¡Harry!, ¿no vas a venir a la fiesta?, sé que no prometiste venir, pero anda, te estamos esperando, una chica de cabello negro no ha dejado de preguntar por ti". De fondo pudo escuchar como alguien se quejaba de algo que no había logrado comprender.

"Le dije a Cho que iría a la fiesta de Dean...diablos, le dije que iría, pero... ¿No se lo prometí?, demonios, voy a tener que ir"

No era de sorprenderse que había olvidado avisarle a sus padres que iría a otro sitio; no lo esperarían temprano, lo sabía, pero una regla que había en casa era la de "siempre avisa donde estas".

"Iré a la fiesta y regresaré rápido, puedo hacerlo"

Y con una determinación corriendo por sus venas, el azabache cambio su dirección hacia el sentido contrario a su casa y se dirigió a una zona recidencial donde las casas eran enormes y casi del mismo diseño de construcción.

Bebió, río, se había divertido mucho, aunque hubieron momentos incómodos que prefirió no recodar con detenimiento. Una vez que se hicieron las 3 de la mañana salió corriendo del lugar sin despedirse de nadie y casi como si hubiera sido por arte de magia logró subir por la ventana de su habitación para después lanzarse al suelo; se quedó dormido una vez que estuvo seguro de haber llegado completo.

Dejando salir un suspiro de cansancio, el muchacho escucho con detenimiento el tan conocido zumbido que hacía su móvil cada que recibía mensajes nuevos; una vez que lo tuvo en sus manos se dispuso a contestar rápido. El hambre comenzaba a hacerse presente.




Cho ✌️:

Hola Harry!

9:03 am.

Espero hayas descansado
bien después de la fiesta de
anoche

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