𝙲𝙾𝚂𝙰 𝙳𝙴𝙻 𝙳𝙴𝚂𝚃𝙸𝙽𝙾 || 𝐇𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐅𝐨𝐫𝐭

Capítulo 29

SILVIA

Ya me han dado el alta y puedo salir del hospital, al fin, me voy en el coche de Gavi con Hector y los chicos a casa y nos sentamos en el sofá.

—Menos mal que ya estamos todos juntos de nuevo— dice Marc— me estaba cansando de molestar solo a mi prima— dice y río.

Nos tiramos hablando todos un rato mas hasta que prepararnos para la fiesta.

Me pongo un vestido corto negro y unas botas del mismo color, me maquillo la cara natural y me dejo el pelo suelto.

—Esta hermosa— dice Hector al verme salir de la habitación, me envuelve en sus brazos y me besa en los labios.

He de decir, que nuedtra relación empezó con una atracción sexual, y con el paso del tiempo me fui enamorando mas y mas de él, hasta convertirse en una persona fundamental en mi vida.

Llegamos a la fiesta y veo a mucha gente fuera, no me quería ni imaginar lo que había dentro, menos mal que teníamos un reservado.

Nos dirigimos a nuestro lugar en la fiesta y empezamos a bailar.

De un momento a otro no veo a Hector por ningún lado, lo busco con la mirada y sigo sin encontrarlo.

—Ahora vuelvo— le digo a Sofia y ella asiente.

—Ten cuidado y cualquier cosa una patada en los huevos— dice y yo asiento riendo.

Salgo del reservado y emprendo mi búsqueda. Camino y al salir de entre la multitud veo un cartel extraño que me hace fruncir el ceño.

"Si eres Silvia Gutierrez, sigue las flechas.
— H."

Y eso hice, sigo las flechas y me adentro en un pasillo iluminado con unas luces de colores.

Veo la última flecha y me indica que entre en la habitación que señala, giro a la derecha mi cuerpo y me pongo enfrente de la puerta.

Pongo mi mano en el pomo y la giro lentamente con los nervios a flor de piel.

La abro al completo y no veo a nadie, era una habitación vacía con algunos muebles.

Veo otra flecha que me indica que entre y está señalando a una pequeña caja de madera.

La abro y veo una tarjeta roja, la misma tarjeta que usé en el partido de fútbol en el que conocí a Hector, al cogerla veo que detrás hay escrito algo.

"Te espero donde comenzó todo, no me falles ;)
— H." 

Y enseguida caí, estaba en el campo de futbol.

Salgo de la discoteca corriendo y al salir veo a un taxi con el conductor fuera con otro cartel en las manos.

"Silvia Gutiérrez"

Me acerco rápidamente a el y me paro delante suya.

—¿Eres Silvia?— me pregunta y yo asiento— súbase, el señor Fort la está esperando.

Dice y me subo al taxi en el asiento del copiloto, el hombre arranca y en ve unos pocos minutos ya estábamos cerca del campo de futbol.

Aparca el coche y salgo rápidamente.

—¡Gracias!— le digo y el asiente con la cabeza.

Me paro en frente de las puertas y están cerradas.

Mierda, ¿por dónde se supone que tengo que entrar?

Miro a mis alrededores en busca de una entrada y veo un hombre acercarse a mi rápidamente.

No pude evitar sentir algo de miedo y retrocedí unos pasos.

El hombre llega y se para en frente de mi, y al verle la cara me doy cuenta de que trabajaba aquí ya que tiene un uniforme de eso.

—¿Silvia?— me pregunta y yo asiento. Me extiende unas llaves y me mira— la puerta se abre con esta llave— me la señala— al entrar, sigue las flechas y lo encontrarás— me explica.

—Esta bien, gracias— digo y le sonrío.

Entro por la puerta y veo las flechas indicándome el lugar a donde tengo que ir.

Las sigo casi corriendo y veo como una de ellas me señala que tengo que subir las escaleras hacia el palco.

Estaba muy nerviosa, mi mano estaba en el pomo de la puerta y en menos de un segundo lo giro y la abro.

Al entrar, no veo a nadie, solo una última flecha señalando al campo.

Me quedo mirando al campo de futbol que se encontraba oscuro y no se podía ni distinguir la oscuridad del césped, cuando, de un momento a otro, unas luces de encienden en el y leo la frase que pone.

"¿Quieres ser mi novia?"

Yo me llevo las manos a la boca, estaba muy contenta, y más todavía cuando le escucho hablar detrás de mi.

—Silvia— me llama y me giro sobre mi misma encontrándome con sus preciosos ojos, se acerca a mi hasta quedar muy cerca y coloca las manos en mi cintura— desde el primer momento en que te vi no pude evitar odiarte y detestarte por ser así conmigo, pero cuando te conocí todos esos pensamientos que tenía de ti se esfumaron y entraron unos nuevos, unos pensamientos llenos de amor y pasión que nunca antes había sentido— hace una pausa— y por eso, aquí, donde empezó todo, quisiera preguntarte si quieres ser mi novia— dice y me mira a los ojos.

—Hector... claro que quiero ser tu novia— digo y una gran sonrisa se forma en sus labios y me envuelve en sus brazos en un gran abrazo y cuando me suelta unimos nuestros labios en un beso lleno de pasión.

—Te he extrañado tanto...— dice en el beso.

—Y yo...— le beso— vamos a la casa...

Y como si fuera la orden del comandante, Hector se separa de mi y vamos a la salida de la mano, nos montamos en el coche y fuimos rumbo a la casa.

Definitivamente hoy va a ser el mejor día de mi vida