▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
▪▪▪
—"¡Tom, hijo mío!"— vitoreó Slughorn, estrechando ansiosamente la mano de Tom y mirando por encima de su hombro. —"Veo que has traído una invitada. Es maravilloso volver a verla, señorita River".
—"Igualmente, profesor", — sonrió Alexandra, preguntándose por qué Slughorn actuaba como si no la hubiera visto en meses cuando ella estaba en su clase hace apenas dos días.
—"Hay mucha comida y bebida para todos. No tengáis miedo de bailar",— se rió Slughorn, haciendo un gesto a Tom y Alexandra para que entraran en la sala.
—"Es muy extraño", — señaló Alexandra, haciendo que Tom esbozara una sonrisa. —"Agradezco su invitación. No todos los días tengo la oportunidad de disfrazarme".
—"Te ves bien", — afirmó Tom, terminando ahí su muy soso cumplido.
—"Gracias",— sonrió Alexandra, apartando la mirada de él por miedo a que la viera sonrojarse. —"Tú también tienes buen aspecto".
—"Lo sé",— sonrió con satisfacción. Alexandra soltó una leve risita y se sirvió una copa. Quería entablar conversación, pero no se le ocurría nada más que hablar de las clases. Tom estaba igual de atascado, pero fue el primero en hablar. —"Tienes el pelo diferente".
—"Lo hizo Melissa",— explicó Alexandra. —"A ella se le dan mucho mejor este tipo de cosas que a mí".
Hubo un silencio incómodo durante un minuto más o menos mientras Tom y Alexandra se miraban los pies, dando pequeños sorbos a sus bebidas, hasta que Tom volvió a hablar. — " ¿Quieres que nos vayamos?"
—" Por supuesto",— asintió Alexandra, siguiendo a Tom mientras éste intentaba marcharse sin llamar la atención de Slughorn. Lo consiguieron, pero eso no impidió que Melissa y Avery se fijaran en su marcha.
—" ¿Vamos a seguirlos?" —inquirió Melissa, agarrando el brazo de Avery cuando éste no protestó.
Mientras Alexandra y Tom se acercaban a la Sala de los Menesteres, Tom no pudo evitar oír pasos y una tranquila charla no muy lejos detrás de ellos.
—"¿Eso es un armario de escobas?" —preguntó Alexandra, al notar que la puerta no había aparecido como de costumbre.
—"Entra",— se apresuró Tom, tirando de ella hacia dentro. —"Alguien nos está siguiendo".
—"¿Por qué es para tanto?".
—"Me parece muy bien que tú y yo seamos los dos únicos individuos que conocen esta Habitación",— explicó Tom, poniendo la mano sobre la boca de Alexandra. Era muy protector con la Habitación, por extraño que sonara. En secreto, era una de las únicas cosas significativas para él; una de las únicas cosas de su vida que tenía sentido. Era una especie de espacio seguro para él. Le reconfortaba. Si todo el mundo lo supiera, todo eso se perdería.
Alexandra enarcó las cejas con frustración y se cruzó de brazos, esperando impaciente a que Tom le quitara la mano de la boca.
—"Eso no me ha hecho ninguna gracia", — afirmó Alexandra en cuanto Tom apartó la mano.
—"Mis manos están limpias",— se encogió de hombros, sin hacer ningún esfuerzo por salir del armario a pesar de que Melissa y Avery obviamente ya se habían ido.
—"¿Hay alguna razón para que sigamos en el armario?" — preguntó Alexandra, sintiendo que algo la pinchaba donde definitivamente no debía.
—"Es acogedor",— se encogió de hombros Tom, abriendo la puerta. Alexandra salió de la habitación, observando cómo la puerta crecía. Tom volvió a abrir la puerta, haciéndole un gesto para que entrara antes que él.

ESTÁS LEYENDO
4. Holding on
De Todo¿Qué habría sido de Alexandra River si Tom Riddle no la hubiera enviado de vuelta a 1996? Secuela de la serie 'touch' Traducción Autorizada por : @modern-july