II | Desdicho

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|Clasificación: "+16"|

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-Un joven pelinegro se encontraba desesperado dirigiéndose directo a su casa, varios ajitreos en la salida de su colegio logró salir lo más pronto terminado sus estudios, un día con horas tempranas tenía que volver a casa lo más pronto por el cuidado que éste le daba a su padre, estaba demasiado enfermo para vérselas por el mismo, lastimosamente no había comido en absoluto en el día, presentía que algún día le llegaría un gran mareo y quedaría en el suelo a voluntad a que alguien se digne en ayudarlo y preguntarle el "Te encuentras bien", tampoco le interesaba como se encontraba, tenía un gran aprecio a su padre que estába dispuesto a cualquier sacrificio, realmente esa persona tenía que merecerse lo mejor, cualquier esfuerzo lo hacía por él..Se decidió a ser cargo desde cuando era un niño pequeño, hizo lo posible por verlo crecer feliz a su lado, apesar de lo poco que ganaba en su trabajo, ése pequeño niño fue formado por buenos valores y excelente educación hasta para desenvolverse cuando se trataba de estar con personas extranjeras de otro país con distinto idioma, las pocas veces que podía encontrarse con esas personas, manejaba un inglés legible a su corta edad, lo sabía aprender desde un canal de la televisión en aquellos tiempos, nunca logró saber con el paradero de su madre, no la llegó a necesitar, amaba y respetaba a su padre por mucho. El supuesto dinero que le daba su padre a puro esfuerzos para su receso, lo decidía guardar para mismo comprar el medicamento requerido para esa persona, con ciertas mentiras cuando llegaba a casa y se encontraba con su padre, fingía no tener necesidades, odiaba ser una carga más de lo que ya estaban viviendo, apesar de que nunca lo fue, lo observaba intentando caminar por los pasillos de la casa, el pelinegro nunca llamaba la atención, trataba muchas veces de entrar sin hacer el mayor ruido hasta entrar a su habitación, cierto dinero lo escondía en una caja de madera, abajo de su cama, para ahorrarlo para la próximo control médico que tal vez lo mandarían a diagnosticarlo con nuevos medicamentos a su padre, tenía que cruzar los dedos para que llegasé a alcanzar el dinero que tenía y sobre todo por las sospechas del dinero, ¿De dónde lo sacó? , si en verdad no quería preocupar a su padre y emperorar más a un su salud de lo que se encontraba, tenía que quedarse callado a todas sus necesidades de estudio y propias..Pero sin embargo era uno de los mejores en su curso y a nivel de su colegio, su salud iba por las mismas, provenía de una familia demasiado humilde, tenía que pasar por una farmacia antes de ingresar a casa.

-Él pelinegro comprando dicha medicina para irse a su casa se encontró con la chica que siempre le llamaba la atención en el colegio *Koyuki*, estaba por declarasela algún día o al menos estar cerca de ella y invitarla a salir las veces que pueda, pero presentía que no era buen momento por la situación de su padre, tenía que estar al tanto con el, con la mirada baja y estando en sus pensamientos, no tomó iniciativa que le estaban hablando, era Koyuki, la chica con una dulce sonrisa saludo al pelinegro que reaccionó con espanto, le tomó por sorpresa, devolvió el saludo con nervios, la chica sabia la situación del chico, decidió invitarlo a su casa, el pelinegro sonrió de repente, pero no quería aceptar, quería estar con su padre o por lo menos haciendo cualquier que hacer en la casa o por si fuera poco estar ocupado estudiando hasta que su padre lo necesite para cualquier cosa, estaba indeciso, puso la excusa si tal vez le podrían dar permiso para salir de casa, de todos modos le
confirmaría por llamada, la chica solo terminó aceptando y esperaría de todos modos la llamada, se despidieron ambos, el pelinegro cambió de idea y mejor propuso en acompañar a Koyuki hasta su casa, pero antes, le sobrobó algo de dinero, así que también aprovecharía en invatarla a salir a tomar un helado, la chica solo aceptó.

  •  Doukaza  •      || 𝑺𝒎𝒂𝒍𝒍 𝑭𝒓𝒂𝒈𝒎𝒆𝒏𝒕𝒔  ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora