Día 5

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Lisa sentía que iba a volverse loca, hace como 20 minutos había dejado sola a Rosé con ese dildo en la habitación y su lobo ardía por ir con la omega, el aroma de la menor había incrementado y sus gemidos eran audibles en todo el departamento. Intentó distraerse haciendo tarea, cosa que terminó, pero aún así su lobo rugía y sentía que arañaba su pecho para ayudar a la castaña a pasar su celo.

Su lobo no paraba de gruñir y tenía que autocontrolarse para no ir con Rosé. No podía hacer eso, no podía ayudarlo con eso, era su mejor amiga, ni siquiera la veía como algo sexual, era como su hermana. ¿Y si después de eso su amistad se rompía? No quería perder a la omega castaña, no soportaría ya no tenerla a su lado.

Los gemidos de Rosé y su aroma la estaban volviendo loca, empezó a sudar frío y a respirar de forma agitada. Ya no lo soportaba. Caminó hasta la habitación de huéspedes y de su mochila sacó unos supresores para alfa, metió dos pastillas a su boca en seco y luego volvió a la cocina para tomar un vaso de agua.

El timbre del departamento sonó y rápidamente tomó las hojas con su tarea lista, abrió la puerta y el omega pelinegro hizo una mueca tapando su nariz debido al aroma que golpeó su rostro cuando Lisa apareció.

ㅡ Joder, Min, el aroma de tu omega es demasiado fuerte ㅡse quejóㅡ Y el tuyo también, ¿tomaste algo?

ㅡ Tome dos supresores recién ㅡsuspiró entregándole las hojasㅡ ¿Qué hago, Haru? No puedo tener sexo con Rosé, no quiero arruinar nuestra amistad. Su aroma es demasiado fuerte y esta volviendo loco a mi lobo.

ㅡ ¿Ha estado tomando sus supresores?

ㅡ No, no se despega de mí y si me ve con los supresores va a hacer berrinches para no tomarlos.

ㅡ Hazle un jugo o algo y tritura dos pastillas, eso va a hacer que su aroma baje y que su apetito sexual este moderado, más o menos ㅡaconsejóㅡ Y báñate, porque el aroma es realmente insoportable. No es feo, pero es demasiado abrumador.

ㅡ Bien, gracias, Haru... ¿Por qué me miras tan fijamente?

ㅡ Porque aunque te este mirando a los ojos puedo notar tu erección.

Lisa bajó la mirada y soltó una maldición tapándose con la puerta por algo que ya fue vistoㅡ Lo siento.

ㅡ Cerda ㅡse burló dándose media vuelta para irse soltando risas al escuchar a su amiga quejarse.

Nunca olvidaría la cara de Kim Lisa completamente enrojecida por la vergüenza.

Lisa cerró la puerta y fue directo a la cocina para hacer ese dichoso juego con los dos supresores triturados, luego fue al baño para darse una ducha primero fría y luego caliente. Después de 30 minutos escuchó los pasitos de Rosé por el pasillo del departamento, la castaña hizo acto de presencia en la sala sentándose en el regazo de la pelinegra para llamar su atención.

Lisa por poco se atraganta al ver a su mejor amiga con el cabello desordenado, mejillas rojas y algo sudada. Una imagen que nunca espero ver.

ㅡ ¿Cómo te sientes, cosita? ¿Mejor? ㅡla castaña asintióㅡ Bien, ve al baño y date un ducha. Luego cenamos juntas, ¿quieres?

ㅡ ¿Alfa feliz? ¿Omega buena?

ㅡ Sí, cariño, eres un buena omega ㅡdijo para después dejar un beso en su mejilla.

Rosé sonríe y sube sus manos hasta las mejillas de la pelinegra, se acercó y junto sus labios. Lisa suspiró y sin poder evitarlo le siguió el beso acunando su mejilla derecha en su mano. El beso era tranquilo, delicado, solo sus labios danzando, degustando sus sabores nuevamente.

Cuidando a Park Chaeyoung (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora