2- Don sonrisas

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Al llegar a su casa, vio a su madre llorando por la noticia, cambió su brillante sonrisa por un rostro desconsolado y comprensivo, acercandose a su madre la consoló con un fuerte abrazo.

-C-on razón n-no apareciaa - Lloró la madre en los brazos de su hijo.

Aun que el moreno no se arrempintiera de nada, ver a su madre así...Lo heria...

-Tranquila mamá...Estaremos bien - Consoló el moreno.

-¿Por qué te volviste tan inseguro, Nueva Orleans? - Lloró la mujer, refiriendose a los asecinatos frecuentes de dos asecinos anonimos.

Pero la mujer no sabia que la mayoria de esos asecinatos eran causado por su hijo.

-¿Harán funeral? - Preguntó el moreno con cierta curiosidad.

-N-No...No podemos permitirnoslo...Yo no trabajo y...Tú no ganas sufiente...Tampoco quiero aprevecharme de tú dinero...No se hará nada...

-Puedo darte - Insistió el moreno al ver a su madre tan triste.

-No...No lo recibiré...

-Como quieras madre.

La madre secó sus lágrimas y le sonrió a su hijo - Gracias pequeño.

-No me gusta verte triste - Asintió - Recuerda que, nunca estas completamente vestido, din una sonrisa.

-Tú y esa sabiduría - Sonrió la mujer.

El hombre río y pareció haber mejorado solo un poco el humor de la mujer.

La mujer y el moreno pasaron todo lo que quedó del día juntos, haciendo lo que sea para mantener sus mentes ocupadas, más de la mujer que del moreno.

•••

-¿Aun irás al baile?

-Si mamá, pero prometo no volver tarde - Asintió el moreno.

-Bien - Sonrió la madre - Mira lo que te tengo.

-¿Mh? - La morena tomó la mano de su hijo y lo llevó a su habitación.

-¡Sorpresa! - Sonrió la madre extendiendole un traje a su hijo, un hermoso traje de chaqueta roja, pantalon de vestir igual negro que su moño, era muy elegante y muy acorde al moreno.

-¿Y esto? - Sonrió el moreno.

-La noche que te invitaron, no pude dormir de la emoción, así que lo diseñé y ayer lo terminé para esta noche - Sonreia la morena.

-Gracias mamá - Sonrió el moreno abrazando a su madre con una brillante sonrisa - Claro que lo usaré esta noche.

-Me agarda oir eso.

•••

El moreno iba entrado a la mansión de los Olinde, con el traje que le regaló su madre.

Al entrar, la fiesta estaba comenzando, pero habia mucha gente.

-¡Mi buen señor!, ¿Desea algo para beber? - Preguntó un hombre.

-Un champán, amigo mio - Respondió el moreno.

-¡Enseguida!

Cuando le trajeron su champán, camino por la sala, ganadose miradas de mujeres hermosas, que algunas se acercaban a hablarle.

-¿Amanth?, ouhh, tú eres el famoso productor de radio - Sonrió una mujer.

-Así es querida soy yo - Sonrió el moreno dando un sorbo a su champán.

-¡Escucho su presiada voz todos los días señor!

-Mm me alegra oirlo.

El moreno observó a una hermosa mujer rubia, su piel palida resaltaba en su ajustado ventido rosa y sus ojos azules brillaban en la sala.

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⏰ Última actualización: May 19 ⏰

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