"¿Soy especial?.."

JA.

**Aviso de contenido: ADVERTENCIA: Contenido explícito y fuerte lenguaje**

Esta historia contiene escenas con lenguaje inapropiado, descripciones gráficas y explícitas de violencia, así como situaciones desagradables y gore. Se recomienda discreción del lector. No es apta para personas sensibles, menores de edad o aquellos que puedan verse afectados por representaciones violentas. El contenido puede resultar perturbador y no es adecuado para todo público.

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**Aviso de contenido: Narrativa predominante**

Este capítulo contiene una mayor cantidad de narrativa en comparación con los diálogos. La trama se desarrollará a través de descripciones detalladas y eventos narrativos. Si prefieres una mayor cantidad de diálogos, te recomendamos explorar otros capítulos de la historia. ¡Disfruta la lectura!
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Con la adrenalina bombeando en sus venas y sus fuerzas al límite, Sunset luchó contra la dificultad que representaba el estado de Chrysalis. Con esfuerzo y determinación, logró atarla, aunque cada movimiento parecía una batalla en sí misma. A pesar de la lucha agotadora, la sensación de victoria inundó su ser cuando finalmente aseguró las ataduras.

A pesar de haber logrado atar a Chrysalis, una sensación de vacío y amargura llenaba el corazón de Sunset. La victoria sabía a cenizas, eclipsada por el recuerdo de todo el sufrimiento infligido a ella, a sus amigos y a otras personas inocentes. Cada atadura en Chrysalis era una pequeña revancha, pero no podía borrar el dolor y la angustia que había dejado a su paso.

Luna se arrodilló junto a Cadence, deshaciendo con cuidado las ataduras que la mantenían prisionera en la silla del altar. Cada cinta adhesiva que retiraba era como liberar un poco más de la opresión que habían sufrido. Mientras Luna trabajaba, Twilight se acercó, temblando aún por la conmoción del enfrentamiento. Con manos que apenas lograban contener el temblor, Twilight ofreció su ayuda, sintiendo el peso del trauma compartido entre ellas.

Celestia se acercó con cautela a Sunset, notando el odio ardiente en su mirada dirigida hacia Chrysalis, quien yacía inconsciente a sus pies.

"Sunset... ¿Te encuentras-"

Antes de que pudiera terminar su pregunta, Sunset levantó una mano en señal de silencio, interrumpiéndola abruptamente. Luego, giró lentamente, enfrentando a Celestia con una expresión seria y determinada en su rostro, un silencio tenso llenando el espacio entre ellas mientras el peso del momento se hacía palpable.

Sunset yacía herida, su cuerpo marcado por cortes profundos y superficiales, cada uno una historia de dolor propio. La herida en su cabeza, producto del impacto de la botella estrellada por Chrysalis, seguía sangrando sin piedad, manchando su rostro y su atuendo que antes era entre colores negros y vacíos pero ahora se notaba más aquel color rojizo. La sangre, un recordatorio vívido de la violencia que había presenciado, teñía cada fibra de su ser, como si su piel misma estuviera impregnada con el horror de la batalla.

"Sunset..."

Celestia observó con preocupación la expresión de Sunset, reconociendo el dolor y la ira que se reflejaban en sus ojos. A pesar de sus propias heridas, la preocupación por el bienestar de Sunset prevalecía en su mente.

"Porque..."

La respuesta de Sunset hizo que Celestia abriera aún más sus ojos, mostrando una mezcla de confusión y preocupación.

La atmósfera estaba cargada de tensión cuando Sunset, con un nudo en la garganta, apretó sus puños con fuerza, haciendo que sus uñas se clavaran en la palma de sus manos, liberando un rastro de sangre que se deslizaba entre sus dedos.