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A la mañana siguiente Kanao me levantó en la madrugada apresurada, yo no entendía qué pasaba y por qué a horas tan tardes me necesitaba

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A la mañana siguiente Kanao me levantó en la madrugada apresurada, yo no entendía qué pasaba y por qué a horas tan tardes me necesitaba.

―¡K-Katara! ¡Despierta!―Sacudiéndola.

―Cinco minutos más...―Cubriéndome con las sábanas.

―¡Por favor es urgente debemos irnos!―Quitando las sábanas de encima de Katara.

Abrí los ojos y la miré unos segundos detenidamente ya que, estaba aún adormilada. Una vez que reaccioné vi su cara de preocupación y me senté con rapidez.―¿Qué ocurre Kanao? ¿Por qué traes esa cara de preocupada?―

―Me notificaron que hay tres cazadores que se encuentran gravemente heridos, Shinobu me pidió que tú y yo fuéramos junto a los Kakushis a buscarlos y curarlos...―

―Diablos, suena algo muy serio.―Hice una leve mueca, me levanté y me vestí lo más rápido que pude. Tomé mi cabello con el pinche de mariposa que me dio mi hermana, Kanae, antes de morir.―Vámonos ya, no perdamos tiempo.―

La menor asintió y junto a Katara salieron a la nueva misión designada que tenían.

Una vez que llegamos con Kanao y los Kakushis al lugar de los hechos, nos encontramos todo el lugar destruido, para ser más exactos el lugar era el distrito rojo. Me encontraba algo distraída mirando el desastre que había dejado el demonio pero la voz de alguien llamó por mi nombre.

―¡Señorita Katara! ¡Por aquí!―Movía sus brazos de un lado a otro algo exagerado.

Volví mi vista hacia aquel Kakushi.―Ah... Sí, ya voy.―Asentí y me acerque con rapidez, tube que subir una pequeña montaña de escombros y cuando vi al frente los vi. Eran tres chicos y una niña, estaban bastante heridos los tres, eso podía verse a kilómetros. Ellos se estaban abrazando, me acerqué a ellos para poder ayudarlos.―Disculpen... Hola, soy Katara, vine a curarlos para que se puedan sentir mejor mientras los llevamos a la finca mariposa.―

Los cuatro heridos estaban tiesos, básicamente no me miraron y tampoco dijieron una sola palabra, creo que estaban desmayados.

―Okey...―Suspiré levemente, abrí un poco la boca del primer chico, tenía una marca en la frente, saqué uno de mis frascos que tenía un líquido celeste un poco brillante y lo hice beberlo, como pude. Hice lo mismo con el chico rubio, pero con la niña no, ya que noté que sus heridas se estaban curando, supuse que era una demonio, la demonio de la que me contó Shinobu.
Me tocaba darle por último al chico que tenía una... ¿Cabeza de jabalí? Es lo más extraño que he visto en toda mi vida, levanté su máscara y vi su rostro, diablos, era celestial. Sacudí mi cabeza levemente y le di de beber también el líquido.

El líquido que logré crear me tomó muchos meses, casi un año, pero por suerte funcionaba. El antídoto trataba de quitar el dolor de las heridas por un cierto período de tiempo, unas 3 horas apróximadamente, busco mejorarlo y que dure más, así podré ayudar de alguna forma a los cazadores en sus batallas.

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⏰ Última actualización: Jun 30 ⏰

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― 𝑺𝒕𝒂𝒓𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕  ˚๑ 𝑰𝒏𝒐𝒔𝒖𝒌𝒆 𝑯𝒂𝒔𝒉𝒊𝒃𝒊𝒓𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora