✵ 01.

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Chaejin la madre de Yeonjun era joven e inocente, cuando le propusieron consumir unas patillas a cambio de un buen cheque, no lo pensó.

Su esposo Heeming acaba de graduarse y no conseguía empleo y Chaejin estaba en espera de su primer bebé, ellos los jóvenes médicos habían dicho que no había problema con su embarazo.

Jamás pensó que se convertiría una de las pocas mujeres de Corea en dar a luz a un niño con útero.

Yeonjun era un varón, eso lo había dicho su médico, sin embargo el tenía útero y ovarios.

Chaejin estaba asustada, ella escuchó sobre las otras madres en su posición, ellas habían entregado a sus bebés. Chaejin no quería eso, no quería exponer a su bebé como si fuera un experimento. Ella contactó a la investigadora y ginecología Georgina, Georgina era una joven que dedicaba su vida a investigar estos casos inusuales.

Georgina le había dado a Chaejin unas pastillas, Yeonjun debía tomarlas para producir hormonas masculinas.

Georgina había dicho que eran para evitar los cambios por los cuales tendría que pasar Yeonjun, cambios por los cuales pasaría una chica normalmente. Menstruación.

Ese era el secreto de Chaejin.

Chaejin amaba a su pequeño bebé. Ella se iba a asegurar que Yeonjun tuviera una vida normal, su hijo conocería a una buena chica y tendría su propia familia.

Eso no pasó, a la edad de diecisiete años Yeonjun conoció a Choi Soobin un joven apuesto de dieciséis años. Chaejin estaba feliz del nuevo amigo de su hijo, su pequeño Yeonjun era demasiado tímido.

Soobin solía pasar las tardes en casa de los Choi, Chaejin y Heeming no se oponían les gustaba que su hijo tuviera a un amigo. Todo cambió cuando Chaejin regresó antes de la oficina, ella vio la bicicleta de Soobin afuera de su casa pero ningún ruido se escuchaba en la casa y los vio, los chicos se encontraban besándose sobre el sofá.

Su hijo sonrojado intentando disculparse y con vergüenza eses mismo día por la noche habló con su mamá. Somos novios mami había dicho.

Chaejin no estaba en contra de la relación, solo tenía miedo. Yeonjun tenía meses sin tomar su medicamento, el no era un niño para obligarlo a tomar aquellas vitaminas. Chaejin no quería que Yeonjun resultara estar en cinta.

Sabía que su hijo era listo y se cuidaría, pero al final eran dos jóvenes hormonales, cualquier cosa podría pasar.

Ella intentó hablar con Herminia pero para su sorpresa, su esposo estaba a favor de aquella relación, él no entendía la gravedad de la relación.

"Heeming, lo sabes" exclamó Chaejin molesta, ella observa desde la cocina a Yeonjun a un lado de Soobin. Ellos veían una serie. "Deben terminar, le diré a Yeonjun, me entenderá".

"No lo hará, está enamorado y hará cualquier cosa como..." pensó Heeming bebiendo de su cerveza. "Salir con Soobin ha escondidas de ti".

Y por más que Chaejin intentó separar a la pareja, no lo logró.

[•*•*•*]

Nueve años después.

Chaejin estaba preparando la pasta favorita de Yeonjun.

Hace un año que vio a su pequeño retorno, con el trabajo de Soobin y Yeonjun cursando su último años los chicos no habían podido ir a visitar a la familia de Choi.

Hace unos años, Soobin logró conseguir un buen empleo, el cual estaba en Seúl y Chaejin está segura que es fue la única razón por la que Yeonjin aplicó para una universidad en la capital.

Para Chaejin fue muy difícil dejar ir a Yeonjun, era su bebé, su único hijo.

[•*•*•*]

"¿Condones?" Preguntó Soobin, el rizado estaba sobre el asiento de su auto y Yeonjun, su novio en su regazo.

Estaban a treinta minutos de distancia de la casa de Yeonjun, se detuvieron frente a una gasolinera y una cosa llevó a la otra.

Yeonjun estaba con su trasero frotándose sobre la erección de su novio. "Mierda, no. Hazlo así" pidió cegado por la lujuria.

Yeonjun tenía esta clase de fetiche sobre hacerlo en público, de alguna manera le prendía ser descubierto.

"No, te voy a lastimar" susurró Soobin, besando el cuello de Yeonjun. Ellos han estado juntos una eternidad, bueno, se conocen y han follado demasiado sin y con preservativo pero de alguna manera el rizado siempre cuidará de su pequeño novio.

"No" gruño Yeonjun al borde de la desesperación, "lo hicimos anoche y hoy en la ducha obtuve tus dedos, por favor seré un buen chico".

Los ojos de Soobin se oscurecieron.

Así eran ellos, tenían sexo demasiado en donde sea y cuando sea. Su vida era perfecta. Soobin amaba su vida, era un hombre gay en su juventud y podía tener sexo con su bonito novio sin preocuparse por un embarazo no deseado.

Así eran ellos, les encantaba follar en donde sea y la hora que fuera. Si a Soobin le preguntaran que es lo que más ama del seco homosexuals sin duda respondería que venirse dentro de su novio.

Serendipia • [SooJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora