2. La gran noticia

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Era de noche. Los faroles se habían encendido para iluminar las calles oscuras.
Recién había llegado a mi apartamento y Venus, que por cierto es mi gatita a la cual trato como si fuera mi hija , vino a recibirme de manera tan cariñosa como hace siempre  y cuando la acaricio comienza a ronronear. 
Dejé mi abrigo y mi cartera en un perchero para luego sentarme en el sofá. Estaba exhausta.
Revisé mi laptop para ver si la universidad me mandó algún mail con mi calificación de este último examen final que había tomado, el cual había estudiado con semanas de anticipación ya que esta última nota dependía de todo. Cuando abrí el mail decía que la próxima clase darían la nota y que este viernes sería nuestra graduación. No soporté la emoción entonces llamé a mis amigas para avisarles de esta gran y emocionante noticia.

– ¡Hola, hola! adivina cuando nos graduaremos… – dije con mucha felicidad

– ¡Este viernes! – respondió Gracie  casi gritando de la emoción

– Muero de la emoción por ya comenzar a preparar la toga y el birrete las tres juntas – continué – con respecto a Ivy, ¿porque no ha contestado la llamada?, debe ¡ ya mismo! saber esta gran noticia.

– Probablemente Ivy esté en clase de cerámica o de pintura, tu sabes lo amante que es por el arte y esas cosas – se le escapó una risa mientras lo decía.

– Oh, es cierto lo había olvidado – agregué con una sonrisa – entonces luego la llamaré para contarle.

La videollamada se había pausado.

– ¿Hola? – comenté.

No recibí respuesta entonces colgué la llamada. Estaba por escribirle a Gracie para decirle que se había pausado la llamada pero de un momento a otro recordé la tarjeta que me había dejado el chico de la librería llamado Harry. Me daban muchas ganas de escribirle, obviamente sentí un poco de inquietud y miedo ante la situación pero como siempre dije, la vida es una, en algún momento vamos a tener que arriesgarnos a cosas que nos den esa sensación de peligro, pero si no lo hacemos tan solo estamos evitando situaciones que pueden generar grandes cambios en nuestra vida y perdiendonos de grandes oportunidades en vez simplemente arriesgarse.
¿Y qué hice? Le envié un mensaje.

– ¡Hola! ¿Cómo te encuentras? soy la chica de la librería, dejaste una tarjeta  en mi libro  y… quería recordarte que mi nombre es Alana.

Apagué el teléfono por un rato, me puse el pijama y me preparé la cena mientras cantaba canciones de Taylor Swift, y si… es mi ídola desde que soy pequeña. Siempre sentí que sus canciones me acompañaron en todo momento e incluso cuando tenía días tristes. Hasta hoy en día que tengo 21 años de edad. Simplemente la amo.
Estaba viendo un show de la televisión que era un poco aburrido para ser sincera, cuando mi móvil repentinamente vibra y un mensaje de Harry me había llegado.

– ¡Hola Alana! Por suerte me encuentro bien y espero que tú también.
Quería saber si mañana estabas libre para ir a aquella plaza que me habías nombrado y que pasemos la tarde allí, ¿qué te parece?. No veo la hora de que me sigas contando acerca de los libros que has leído.

Se supone que tengo una… ¿cita?, y fue entonces cuando grité de la emoción. De todos modos sentí que todo esto iba muy rápido. Eso no siempre suele terminar muy bien que digamos.
Por alguna razon senti que algo me decía que no ignorara esta oportunidad entonces unos minutos después de reflexionar le respondí.

– ¡Perfecto! entonces nos vemos mañana por la tarde en la plaza The Regent 's Park.

Él contestó con un corazón, lo cuál era raro utilizarlo para esta situación pero solté una risa y lo ignoré. Luego me fuí a descansar ya que sabía que mañana sería un día divertido y quizá conocer a alguien nuevo no era mala idea.

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⏰ Última actualización: Feb 27, 2024 ⏰

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Dos almas destinadas a ser una Donde viven las historias. Descúbrelo ahora