A mi manera

2° Sospechas.

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Disclaimer: Los personajes de esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi, solo los utilizo porque me gusta perder mi cabeza en historias locas.

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A mi manera.

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2º Sospechas.

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-¿Podemos acompañarlos? -preguntó, mostrando en su cara la ilusión que le invadía.

Su madre sonrió, mirando a su niña, acariciando amorosa sus odangos y los rizos que caían de ellos. Serena estaba creciendo y su cabello también, y le llamaba la atención lo mucho que su hija se negaba a recortar un poco su cabello.

- Lo lamento pequeña, pero sólo una de ustedes puede ir -explicó.

-¡Pero no es justo! Haruka estará allá esperándonos -intervino la otra rubia, apoyando la queja de su hermana menor.

Mirando a sus dos hijas, intentó mantener su paciencia, no era fácil, pero las quería demasiado como para reprenderlas.

Se acercó a su otra niña, acomodando el moño rojo que sostenía la mitad de su cabello, ambas eran unas muñecas que ella cuidaba con esmero, aún cuando tuviese toda la ayuda para hacerse cargo de sus hijas.

-Minako, tu hermano está comenzando a hacerse cargo de las empresas de la familia, su deber es estar junto a tu padre en estas reuniones -explicó pausada.

-Entonces, mamá, ¿a quién vas a llevar a jugar? -preguntó nuevamente Serena.

Al ver la inocencia de su hija menor, no pudo mas que sonreír acercándolas a ambas a hacia ella en un abrazo.

-No vamos a jugar, es una reunión importante. La idea de llevar a Minako es que comience a ver cómo funciona nuestro mundo, ya seré tu turno -aseguró-. Pero cuando tengamos que ir a una exposición, irán ambas e irán al parque con alguien de seguridad, ¿de acuerdo?

-Está bien -aceptó Serena en un puchero. Su madre sonrió divertida y acarició su mejilla, intentado devolverle la sonrisa.

-Mamá, ¿llevarás a Serena entonces? Yo puedo ir a jugar al jardín, ¿verdad? -consultó Minako, ya casi saliendo del lugar, confiada en que no tendría que salir.

-No, ya dije que irás tú con nosotros, Mina.

-¡Pero mamá! -sollozó Serena.

-Ya basta -dijo seca, cortando los berrinches de sus hijas

Ambas se quedaron un momento en silencio, pero antes de que recobraran sus ganas de reclamar, una presencia mucho más potente inundó el lugar.

-¿Por qué diablos se demoran tanto? Llegaré tarde a la reunión, Haruka está con su prometida esperándonos -la voz gruesa asustó a Minako y sorprendió a Serena, pero más atención puso a lo que escuchó.

-¿Michiru también estará? ¡Mamá déjame ir, por favor! -insistió.

-Serena, ya escuchaste a mamá, además nuestro padre ya dice que estamos atrasados -respondió con fingida madurez a su hermana, luego acercándose para hablarle en secreto-. Te prometo guardar un pastel y traértelo.