Yuu se encontraba de pie frente al espejo, observando su reflejo con una mezcla de resignación y tristeza. Aunque llevaba un elegante vestido de seda y su cabello estaba perfectamente peinado, no podía evitar sentirse como una actriz en un escenario, interpretando el papel de esposa feliz.
Sanemi, su esposo, estaba sentado en el otro extremo de la habitación, absorto en su teléfono, ajeno al desasosiego que la atormentaba. Habían estado casados durante cinco años, pero para la pelinegra, cada día parecía más distante que el anterior.
Era consciente de que su matrimonio no era más que un acuerdo entre familias poderosas, diseñado para consolidar la riqueza y el poder. Aunque ambos se habían comprometido a mantener las apariencias frente a la sociedad, ella anhelaba desesperadamente un amor que sabía que nunca encontraría en su esposo.
Con un suspiro resignado, se acercó a su esposo, buscando desesperadamente algún indicio de afecto en sus ojos fríos y distantes.
"Sanemi, se que no quieres ir pero, ¿podrías considerarlo?", preguntó con voz temblorosa. Habían sido invitados a un baile, donde irían personas de buena influencia. Ya era la tercera vez que se lo pedía.
Su esposo levantó la mirada de su teléfono por un momento, su expresión apenas cambió.
"Dios, que insistente. Ire carajo, pero ya cállate", respondió con frialdad, sus palabras eran como cuchillas en el corazón.
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El salón de baile estaba lleno de risas y música mientras Yuu y Sanemi se mezclaban entre los invitados, cada uno sosteniendo una copa de champán.
"¿Estás disfrutando de la fiesta, querida?" preguntó su cónyuge con una sonrisa forzada, su tono educado pero distante.
Ella asintió con una sonrisa igualmente artificial. "Sí, está resultando encantadora", respondió, su voz apenas audible sobre el murmullo de la multitud.
A medida que la noche avanzaba, se encontraba más y más incómoda en medio de la falsedad que la rodeaba. Observó a las otras parejas bailando con una envidia silenciosa, deseando desesperadamente que su relación con aquel hombre pudiera ser algo más que una fachada.
"¿Bailamos?" preguntó de repente, extendiendo la mano hacia Yuu con un gesto elegante.
Ella asintió, aceptando su oferta con una sonrisa tensa. Bailaron juntos en silencio, sus cuerpos moviéndose al compás de la música mientras la tensión entre ellos se hacía cada vez más palpable.
Finalmente, la joven rompió el silencio. "¿Puedo preguntarte algo?"
"Que sea rápido", respondió él, mirándola con buena cara, cara que ella sabía que era completamente falsa.
"¿Algún día, podremos ser como las parejas que nos rodean?" preguntó , su voz temblorosa con emoción contenida. Ansiaba sentir amor por parte de su esposo, quería ser abrazada y sentir realmente la calidad de un abrazo.
La miró por un momento antes de responder con un suspiro. "No me malogres la noche con tu estupideces".
El corazón de Yuu se hundió mientras escuchaba sus palabras. Mientras continuaban bailando en medio de la multitud, se sintió más sola que nunca, deseando desesperadamente que su esposo cambien de opinión y le diga "te amo".
[Next day]
El sol comenzaba a asomar por el horizonte cuando los esposos se encontraban desayunando en silencio en la elegante sala de la mansión.
La joven jugueteaba con la comida en su plato, su mirada perdida en el vacío. Ya no aguantaba más. Finalmente, reunió el coraje para romper el silencio.
"Quiero preguntarte algo", dijo con voz temblorosa.
Sanemi levantó la mirada de su periódico, frunciendo el ceño ligeramente. "Ya te estabas tardando, pensé que hoy no ibas a joderme" vaciló "¿Qué quieres?"
Ella respiró profundamente antes de continuar. "Yo sé... que nuestro matrimonio no es lo que algunas vez hayas soñado... pero aún así, ¿Podemos intentarlo?, tengo la esperanza de que podamos... encontrar algo más entre nosotros".
Él la miró con una mezcla de sorpresa y incredulidad. "¡JA!¿A qué te refieres? Nuestro matrimonio es lo que es. No hay espacio para... tus fantasías románticas". "Deja de ser una mujer estupida y solo ocúpate de tus asuntos".
Las lágrimas amenazaron con emerger en los ojos de Yuu, pero se obligó a mantener la compostura. "Pero..."
Su esposo suspiró, pareciendo resignado. "Hemos discutido esto en repetidas ocasiones. Este matrimonio es una alianza estratégica. No hay lugar para el amor en nuestra vida juntos". Habló " Para con eso ya"
La azabache apretó los puños con frustración, sintiendo que su última esperanza se desvanecía frente a sus ojos. "Pero... ¿puedes...al menos hacerme sentir que importo, aunque sea solo un poco?" Suplicó, ella lo anhelaba, solo quería un poco, un poco de...amor.
Hubo un largo silencio mientras Sanemi la miraba fijamente.
Finalmente, sacudió la cabeza."En serio das pena" "Lo siento por ti. No puedo ofrecerte eso. No puedo." Le respondió "No te amo"
Con el corazón pesado de desilusión, asintió con resignación. Sabía que sus palabras habían caído en oídos sordos una vez más. Con cada gesto de indiferencia, la última chispa de esperanza se desvanecía un poco más.
Mientras observaba a su esposo volver a sumergirse en su periódico, se enfrentó a la realidad de su matrimonio sin amor. En lo más profundo de su ser, seguía aferrándose a la pregunta que ardía en su corazón: "¿Puedes, al menos, fingir amarme?" Pero sabía que la respuesta nunca llegaría.
FIN
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Empty of affection
FanfictionElla era consiente de que en su matrimonio no habia amor, solo era un amor por contrato. Pero no podía evitar sentirse mal. "Puedes, al menos, ¿fingir amarme?" Fem giyuu = Yuu