"Un Nuevo Comienzo"

"La llamada"

*************************************

El rey del infierno, el ángel caído más bello y el rebelde hijo de dios, Lucifer, oh Lucifer.
Se encontraba en su alcoba aplastando uno de sus tantos patos de goma que tenía en su desordenada habitación  mientras veía con nostalgia y melancolía los cuadros que tenía de su familia, su rota familia.

Su rubio y brillante cabello ahora se encontraba maltratado y descuidado, sus hermosos ojos cual rubíes los adornaban unas ojeras prominentes, no importa cuánto tiempo los compararas, el demonio que se encontraba sentado resistiendo las lágrimas no se parecía en nada al hombre de las fotografías, con esa sonrisa radiante y sobre todo llena de confianza.

Lucifer estaba atravesando su separación con su ahora ex esposa Lilith una hermosa mujer más alta que el, elegante y delgada Lucifer de verdad la amaba, a pesar de todo los problemas matrimoniales que tuvieron y sus problemas por Charlie.

Lilith amaba a su hija al igual que su esposo pero ella aún así prefería el poder y su seguridad antes que todo. Ella controlaba mayormente al infierno y se encargaba desde la más pequeña a la más importante tarea, a pesar de que Lucifer cayó en una depresión al ser arrojado al infierno junto con su esposa, el estaba mejorando y también se queria hacerse cargo de sus responsabilidades, pero todos sus intentos fueron en vano, Lilith no queria que esté empezará a reinar como su título se lo atribuía por el trato que ella habia hecho con los ángeles a los cuales les concedió el permiso de comenzar el exterminio en el infierno por algunos privilegios que el cielo le podia ofrecer.

Después de un tiempo la chispa y el enamoramiento que los consumía se iba apagando, hasta el nacimiento de Charlie, Lucifer amaba la creación de cualquier objeto y ser vivo y el saber que el había participado en la creacion de un demonio lo emocionaba, paso los 9 meses sin despegarse de Lilith incluso después del parto y concediéndole cualquier capricho por el ser que ahora ella había dado a luz, su pequeña hija, su linda princesa y la mas hermosa de las estrellas.

Todo iba bien durante los primeros años de vida de Charlie Lucifer se encargaba completamente de ella, hasta sus 5 años donde Lilith decidió empezar a entrometerse en la relación de padre e hija que ambos llevaban, planto inseguridades y desconfianza uno del otro por años hasta finalmente separarlos completamente.

Después de años con un matrimonio de fachada, Lilith decidió pedirle el divorcio a Lucifer, no habia solución para su matrimonio fracasado aunque esté no quería rendirse y a pesar de rogar e implorar por otra oportunidad ante la negatividad tuvo que acceder.
Y así es como  llegamos a la actual y desastrosa situación.

-¿Desde cuando salió todo mal?, ¿Que lo provocó?, ¿Fui yo el problema?, ¿Que pasará con Charlie? ¿Ella querrá escucharme?- ;esas eran las preguntas que Lucifer se repetía una y otra vez susurrandolas y agachando la mirada de las pinturas y fotografías al observar a su hija.

Se encontraba en un estado lamentable absorto en sus pensamientos y preocupaciones que desaparecieron por completo por el sonido que emanaba su arrugado saco.

Ante tal interrupción gruñó molesto, estaba muy mal con su separación para tomar el tiempo de preocuparse por otra cosa pero antes de rechazar la llamada leyó el nombre del contacto sorprendiéndose al instante. Charlie.

-¡Charlie!- grito el rubio, -No puede ser no me ha llamado en más de 6 meses, ¡tranquilízate!- Lucifer trataba de contener la emoción al darse cuenta que al parecer su hija estaba preocupado por el, comenzó por acomodarse su sombrero y  saco como si su hija fuera a verlo, empezó a tocer y a practicar para tener un tono de voz más normal e incluso alegre o enérgico.
-Hola, Hija!, no, no. Charlie tanto tiempo, ¿Que cuentas?- decepcionado suspiro para acercarse el teléfono a su oreja y posar apoyandose de su escritorio. -¡Hola Perra!-
Al pronunciar esas palabras Lucifer quería matarse, lo había arruinado por completo, ni siquiera quería pronunciar nada más sin antes confirmar que su hija no había cortado la llamada.