"Un Nuevo Comienzo"

"La visita"

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Después de una larga y atareada semana, no solo por qué ahora el rey del Inframundo tenía que hacerse cargo de sus responsabilidades y tareas de la corona si no porque empacar estaba siendo trabajo difícil realmente le molestaba el hecho de mudarse, en su castillo tenía muchos recuerdos y memorias que no quería dejar, pero se tranquilizaba a si mismo diciéndose que todo valdría la pena al tener a su hija de vuelta.

Esa semana trato de cuidar de su aspecto desarreglado ya que no quería presentarse ante su hija y amigos luciendo como la sombra de lo que algún día fue, Lo cual le funciono ya que al finalizar la semana había vuelto su resplandor, su cabello volvía a tener brillo, su mirada tenía la misma intensidad de juventud y sin sus oscuras ojeras, se había recuperado muy rápido con horas de sueño, productos y un poco de magia.

Lucifer estaba muy indeciso en si debía llamar a su hija para avisarle o mandarle un mensaje, realmente quería escuchar a su hija pero a la vez tenía miedo de arruinarlo como la última vez, por la emoción ni siquiera dejo que Charlie pudiera despedirse y ni hablar de como la saludo, ahora estaba más avergonzado e indeciso que antes.

Después de meditarlo durante unas horas decidió que lo más apropiado era llamarla, antes de siquiera revisar sus contactos empezó a vocalizar para probar con distintos tonos de voz como debería de hablar con ella desde el más grave al más agudo. -Char,¿que cuentas?, ¡oye! cuánto tiempo, ¿como está la niña más linda del puto infierno?, princesita no sabes cómo te he extrañado, Hey linda, termine de empacar; ¡Si así!- Finalizo al escuchar un saludo y tono de voz que le agradaban.
Con una gran seriedad la llamo, escucho tres tonos antes de que la llamada fuera tomada -Hola, habla Charlie Morningstar propietaria del Hotel Hazbin ¿que desea?- Saludo su hija sin darse cuenta de quién la llamaba, al parecer estaba tan ocupada que no se tomó el tiempo de leer el contacto y simplemente contesto pero sin olvidar su tono alegre y enérgico, con ternura Lucifer sonrió al escuchar a su hija -Hola Linda, perdón si te interrumpo solo quería avisarte que he terminado de empacar y está tarde iré al hotel- Al terminar de decir esa frase, se escuchó un jadeo al otro lado de la línea para que después la princesa del infierno prosiguiera avergonzada por no darse cuenta que su padre era el que llamaba -¡Papá!, hola que gusto, jaja, estoy algo atareada así que no note que eras tú, que bien que hayas terminado de empacar estaremos aquí para recibirte nos alegra mucho que hayas decidido quedarte.- después de que la rubia pronunciará esas palabras hubo un silencio incómodo al no saber cómo seguir con la conversación,  una consecuencia de la falta de comunicación en su relación.
-B-Bueno Char...tengo que cortar la llamada, ya sabes soy el soberano del infierno estoy muy ocupado- Al mismo tiempo que pronunciaba esa oración Lucifer movia de un lado al otro en su escritorio un pato de hule con una corbata verde, -Oh, si claro, lo comprendo bueno pues te veo después, Adiós papá- el rubio sonrió al escuchar la despedida de su hija -Adios princesa.-  Susurro antes de colgar -Oh, mierda eso fue muy cursi ¡no puedo creer que le dije así! ¡Que puta vergüenza!- gritaba al no saber si Charlie alcanzo a escuchar la última parte.

-¡Lo ves! El ni siquiera se despidió de mi, solo colgo- Se quejaba la primogénita de Lucifer con algunas lágrimas amenazando con salir de sus ojos. La relación de Charlie y Alastor era algo complicada pues al inicio ambas partes convivían por conveniencia Charlie por su parte necesitaba a un anfitrión y a alguien de quién apoyarse mientras que Alastor quería entretenimiento y al ser Charlie la princesa del infierno era obvio que tenía un gran potencial que el demonio radio queria aprovechar y manipular a su antojo, pero ninguna de las dos partes supo en qué momento su relación se tomó algo paternal, Cuando Charlie estaba muy deprimida y necesitaba consejos acudía a Alastor, Cuando peleaba con algún miembro del hotel o con su novia Alastor estaba a su lado, cuando tenía problemas para administrar el hotel el bicolor la orientaba, su relación era muy especial y al final del día la princesa del infierno se terminaba quejando de todos con él.

-Querida no te preocupes, tal vez es por qué estaba muy ocupado- Defendio Alastor, no podía creer que el rey del infierno fuera tan irrespetuoso con su propia hija definitivamente no le agradaba, -Lo entiendo pero como se supone que intente rescatar lo poco que queda de nuestra relación si el sigue impidiendolo- Charlie se estaba cuestionando si debía de seguir con su plan de acercarse a su padre o en cambio rendirse de una vez por todas. -Oh vamos linda, Charlie Morningstar no es un demonio que se rinda tan pronto, si de verdad deseas relacionarte con tu padre inténtalo, pero si el sigue siendo un ignorante sabes que nos tienes a nosotros.-
Al terminar de decir esto Alastor estuvo a punto de perder el equilibrio y caer por el abrazo que le había proporcionado la rubia al contrario -¡Al!, muchas gracias, encerio necesitaba que me consolaras ¡eres el mejor!- gritaba Charlie mismo tiempo que ocultaba su rostro con lágrimas, a Alastor le pareció un gesto tierno y puro, y a pesar de odiar el contacto físico dejo que Charlie lo abrazara hasta que se cansara, definitivamente tener hijos no era algo fácil.

Mientras ambos se abrazaban, otra persona entró a la sala enojado y frustrado, Ángel Dust estaba tan enojado que ni siquiera se digno a interrumpir la linda situación en la que se encontraban Alastor y Charlie y simplemente se tiró en el sofá delante de ellos mientras suspiraba, era obvio que había peleado con Husk, ya era la quinta disputa que ambos ¿novios? tenian de lo que lleva de la semana.

-Mi afeminado amigo ¿que es lo que te sucede?, Te noto desanimado- pronunció Alastor con una gran sonrisa separándose de Charlie, -No es nada sonrisitas, solo tú estúpido esclavo que se está ¡portando como una tremenda puta caprichosa!- grito Ángel asegurándose de que Husk lo había escuchado a pesar de que el estaba enfrente de ellos limpiando vasos de vidrio en su barra, -No me comportaría como tal ,si alguien fuera más considerado y menos estúpido- Respondió entre dientes el felino pero siendo lo suficientemente fuerte para que los presentes lo escucharán con claridad.
El arácnido molesto se apoyo con ayuda de sus brazos para poder ver a Husk y retarlo con la mirada apunto de responderle, -Charlie linda, creo que debemos de ir a la cocina probablemente las galletas estén lista- Susurro Alastor al oído de la rubia para despedirse de la pareja, lo mejor era dejarlos solos para que arreglarán sus diferencias solos, igualmente como en todas las disputas terminarían de discutir en menos de diez minutos para volver a estar igual de melosos que siempre.

Mientras Charlie y el demonio de la radio sacaban las galletas del horno veían como Nifty y Vaggie decoraban el salón principal para recibir a Lucifer, el ambiente era muy agradable y hasta cierto punto hogareño, mientras servian las galletas y entablaban una conversación sonó el timbre del hotel avisando que había un visitando en las puertas del hotel.

-¡Princesa! Ya llegó el rey- grito Sir Pentious mientras colocaba algunos globos en la escalera, -El chico más malo ya llego jajaja- afirmó la pequeña cíclope en la cabeza del reptil, todos excepto Alastor dirigieron la mirada a Charlie la cual nerviosa no sabia si debía de recibir a su padre o mandar a alguien, estaba paralizada sin saber que hacer, pero una un sonido de estática la saco de sus pensamientos, -Querida, que te parece si el anfitrión del hotel recibe a tu invitado, mientras colocas la comida en la mesa- propuso Alastor mientras miraba a Charlie con una gran sonrisa, -Yo... Si claro, gracias alastor- agradeció la Rubia mientras corría hacia la cocina y los demás se acomodaban en sus puestos listos para recibir al rey del infierno.

Alastor camino con un gran porte  y elegancia hacia la puerta dispuesto a abrirla y saludar al molesto invitado, ojalá solo se quedará unos días y después se retirará de sus vidas para siempre.

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