Aquel hombre abrió la puerta de la habitación 11-23 y miró fijo al muchacho postrado en una cama, lleno de tubos y cables.
—Buenas noches, Jeon Jungkook, supongo que ya sabes quién soy y mi motivo de visita —saludó el hombre, que vestía con traje negro por completo y ahora estaba parado en el umbral.
El aura del hombre era melancólica, con un toque sombrío y fúnebre.
Jungkook, con las fosas nasales incómodas y el cuerpo adolorido, asintió como pudo. El hombre, distante, lo miró con algo de pena.
Tras el accidente que tuvo, el destino de Jungkook había comenzado una cuenta regresiva, que tenía como meta darle fin a sus días en la tierra.
El hombre fue acercándose poco a poco, lento, quizá dejando que Jungkook recordara rápidamente lo que fueron sus vivencias, desde el primer llanto fuera del vientre, hasta el momento donde cayó en esa cama.
Lloró, gozó, se arrepintió, rió, disfrutó, sufrió, amó, odió, perdonó, cometió errores y aprendió.
—¿Fui una buena persona? —preguntó Jungkook—. No puedo irme si no lo sé.
—Lo fuiste, sí —contestó el hombre.
—¿Y me van a recordar?
El hombre sabía que aquel era uno de los tantos miedos que el ser humano tenía cuando sabía que eran sus últimos días. Pero el alma joven de Jungkook, temía no haber vivido lo suficiente para dibujar un camino lleno de dicha y recuerdos en la mente de quienes le rodeaban, o rodearon.
—Cada momento dejó una huella en el corazón de quienes te quisieron, Jungkook.
—¿La huella es para siempre? —preguntó nervioso, viendo al hombre aproximarse—. Perdóname, es que tengo miedo.
—Nada es para siempre, Jungkook, todos somos efímeros —contestó el hombre—. No debes temer. Visité a todos aquellos que estuvieron contigo, y visitaré, en algún momento, a aquellos que aún les toca quedarse.
Jungkook lo miró a los ojos; un par de ojos negros y profundos, apagados.
—¿Incluso tú lo eres? —preguntó al hombre—. Efímero, ¿lo eres?
—Algún día, cuando la vida vuelva a ti, te darás cuenta de que ni siquiera yo soy algo eterno —respondió—. Ya es hora, Jungkook, tienes que acompañarme.
Entonces Jungkook sonrió, dejando que una lágrima brotara de su ojo izquierdo y su lengua humedeciera sus labios secos.
El hombre, la muerte, decidió que estaba listo para partir.
Y cuando la muerte estiró su mano y le tocó el rostro, Jungkook cerró los ojos para siempre.
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𝐍𝐈𝐆𝐇𝐓𝐌𝐀𝐑𝐄 ↬ 𝐓𝐚𝐞𝐊𝐨𝐨𝐤
HorrorLa mayoría de sucesos extraños ocurre por las noches, ¿no lo crees? ↬ Sin contenido sexual explícito. ↬ ADVERTENCIA: Esta historia posee terror, horror, gore, thriller y muerte de personajes a nivel no explícito. SE RECOMIENDA DISCRECIÓN Y SI SON MU...