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Miré a todos lados. No podía creerlo, Percy Jackson, ¡él hijo de Poseidón! ¡Él tonto Jackson! ¡Él hermoso Percy Jackson me había dado respiración boca a boca! ¡Oh dioses, podría morir de vergüenza ahí mismo! Literalmente, nuestras bocas estuvieron pegadas por algunos segundos, o sea, nuestros labios se tocaron. ¡Eso era tan loco pero tan inexplicablemente hermoso!

—¡Oye! Tórtolo, ¿puedes dejar de mirar a Percy de esa manera? Ya sé que te gusta, pero disimula un poco —dijo Annabeth burlona.

—¿De qué manera lo estoy mirando según tú? Porque yo lo estoy viendo normal —hablé tonteando.

—¡Como si quisieras devorarlo con tu mirada! —dijo fuertemente.

—¡Oye! No grites, tienes 12 años, ¿cómo diablos sabes esas cosas? —dije sorprendido.

—Ay, por favor, Ari, tú tienes mi misma edad, no hables como si fueras mayor y no supieras esas cosas —habló Ann sonriendo inocente. La miré iba a replicarle, pero alguien me interrumpió.

—¡Oigan ustedes dos pueden parar de hablar de mí y ayudarme a sacar el escudo de Ares! —Señaló a la estatua donde se encontraba el dichoso escudo.

Me alarmé cuando dijo eso, ¿cómo sabía que estábamos hablando de él? Claramente, mi respuesta fue fulminarlo con la mirada. Sentía los cachetes rojos por la vergüenza. Ann solo sonrió graciosa mientras me miraba, y él tenía esa estúpida pero hermosa sonrisa que me daban ganas de golpearlo en su bello rostro porque él sabía lo que causaba en mí, lo sabía perfectamente.

Los tres miramos la silla, que al parecer era de oro. La analizamos tratando de entender su función. Por mi parte, al principio no lo entendía, hasta que vi la estatua y la silla. Lo entendí: uno de nosotros se tenía que sacrificar para que el otro tomara el escudo. Tal vez esté loco porque yo no dejaría que uno de ellos dos se sacrificara. Acababa de revivir de la muerte, y ahora quería dar mi vida por ellos. Hay un secreto que tal vez ellos nunca sepan, pero mientras yo viva, nadie podría lastimarlos. Daría mi cuerpo, alma, sangre para poder verlos felices, sin importar las consecuencias.

Me acerqué a la silla, me giré para mirarlos. Ellos me miraron sin comprender. Sentí como mis ojos se ponían llorosos. Ann miró la silla, luego a mí, y negó. Percy me miró a los ojos y lo comprendió.

—No —negó Percy.

—Percy... —dije mirándolo fijamente.

—No, de ninguna manera, Aristide —habló firmemente.

—Es la única manera y no dejaré que uno de los dos se sacrifique, no vale la pena. Ann, tú tienes que guiarlos y crear planes, Percy, tú tienes que encontrar a tu mamá y recuperar el rayo maestro —declaré con voz temblorosa pero firme.

—¿Y tú? ¿Acaso tú no tienes que cuidarnos y pelear a nuestro lado? —habló Percy con el ceño fruncido.

—Yo...—

—Tú nada. ¿No pensaste en cómo nos sentiremos, en cómo se sentirá Grover al saber que uno de sus amigos no volvió? ¿No consideras nuestros sentimientos acaso? —preguntó Ann con voz quebrada.

—¿Por una vez en tu vida puedes hacernos caso, por favor? Solo esta vez, buscaremos otra solución, ¿sí? Ahora, por favor, aléjate de la silla —habló Percy acercándose lentamente.

—Yo... está bien —dije con voz débil, tomando su mano que estaba extendida.

—Ari —dijo mirándome.

—¿Sí? —pregunté.

—Perdóname —dijo.

—¿Perdonarte de qué? —hablé confundido.

—Por esto —me empujó hacia Ann para luego sentarse en la silla.

—¡Percy! —grité preocupado.

—¡¿Percy, estás loco?! —gritó preocupada Ann.

—Estoy bien, estoy bien —habló mirándonos sonriente con ojos llorosos.

—¡Dijiste que íbamos a buscar otra solución, eres un mentiroso! —dije asustado.

—Ari, estoy bien, no iba a dejar que ninguno de ustedes se sacrificara. Son... son mis amigos —susurró lo último.

Su rostro estaba siendo cubierto por ¿oro? No sé explicarlo, pero sabía que no era bueno. Solo quería sacarlo de ahí.

—Percy, levántate, sal de ahí, ahora lo digo en serio —exclamó Ann asustada. Mi niña estaba sufriendo de nuevo, lo vi en su rostro. Ella no quería perder a otro amigo más.

—No puedo levantarme, Ann, todo va a estar bien, ¿sí? Cuida a Grover y a Ari por mí, pero también cuídate tú misma —nos sonrió y eso fue lo último que dijo antes de que su rostro se congelara.

Me acerqué a mirarlo más de cerca. Era tan hermoso. No pude decirle ni la mitad de las cosas que quería y necesitaba decirle. Me derrumbé cuando sentí los brazos de Ann a mí alrededor. Grité de dolor. Nunca iba a poder volver a verlo diciendo sus cosas tan estúpidas, sus sonrisas, sus gestos, nada. Solo serían recuerdos guardados.

Ann se separó de mí luego de un tiempo y empezó a tratar de desarmar la silla. Claramente, la escuché soltar suspiros y me acerqué a mirarla. Me arrodillé a su lado y la ayudé, pero era imposible. No podíamos ni siquiera mover una pieza cuando escuchamos una voz proveniente del balcón.

—Es imposible desarmarla —habló un señor barbudo.

—¿Y tú cómo lo sabes? —hablé de mala gana.

—Porque yo la fabriqué —habló tranquilamente el viejo.

—Con que tú lo fabricaste. Bueno, déjeme decirle que su invento es una mierda —hablé enojado.

—¡Ari! —me reprendió Ann.

—Es la verdad. Por su culpa, el chico del cual estoy enamorado está atrapado ahí sin poder moverse. Y si no hubiéramos seguido a Ares, esto no hubiera pasado, porque lo único que les importa a los dioses es el poder y la gloria. Pero sabe que, él es mejor que eso, así que estoy harto. Ni siquiera quería venir a esta misión en primer lugar y ahora estoy aquí por culpa de todos estos idiotas tratando de salvar al amor de mi vida. Así que, como dice mi tío, vayase al carajo señor —hablé descargando todo lo que tenía. Tal vez el señor no tenía culpa de nada, pero me agarró en mal momento.

El señor solo me miró, luego me sonrió para luego darse vuelta y hacer no sé qué, pero se escuchó una melodía y luego un sonido proveniente de la silla. Lo vi moverse, corrí hacia él, lo abracé, luego me separé, lo miré a los ojos, después bajé a sus labios, los miré fijamente mientras me acercaba, pero reaccioné justo antes de besarlo, me separé rápidamente porque tal vez él no sentía lo mismo. Así que preferí no pasar vergüenza y un corazón roto.



















¡Hola! Sé que no publiqué nada en este tiempo, pero fueron mis vacaciones y la pasé bien 🫶🏻🫶🏻

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¡Hola! Sé que no publiqué nada en este tiempo, pero fueron mis vacaciones y la pasé bien 🫶🏻🫶🏻. Así que ahora vamos a volver con todo, corazones.

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❝𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕤❞ | 𝑃𝑒𝑟𝑐𝑦 𝐽𝑎𝑐𝑘𝑠𝑜𝑛 ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora