[Capitulo único]

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Cake — Melanie Martínez.

(Tanto como Harry, Theo, Draco y todos los personajes que verás aquí son mayores de edad)

•••

Cada caricia, cada beso, cada jadeo llevaban a Harry al cielo.

Empujando cada vez más adentro del ojiverde, cada vez más rápido, más frenético, los brazos del rubio tensandose con cada empuje, uno a cada lado de la cabeza del ojiverde.

Gris y verde conectados, nunca perdiendo el contacto. Harry se sentía arder contra la piel del rubio, como un horno que tenía encendido el fuego al máximo, hacía demasiado calor, un calor sofocante pero a Harry no le importaba, le encantaba.

Enredando sus manos en la hebras rubias juntos sus labios, jadeando sobre ellos en cada embestida, Draco sabía cómo dar con ese punto fácilmente y dejarlo ver estrellas.

El beso era muy desordenado, ni una pizca de coordinación, pero es que Harry no podia, no mientas el rubio seguía empujando una y otra vez, cada vez más fuerte sobre ese punto que volvía loco a Harry. Lo único que podía pensar era en el increíble placer que estaba sintiendo y en lo suaves que eran los labios del rubio, suaves y dulces.

Dulce como un caramelo, suave como algodón de azúcar, totalmente embriagador. Harry podría decir fácilmente que esos labios eran como un afrodisíaco para el.

El rubio corto el beso, escondiendo su cara en el hueco del cuello de Harry, lamiendo y succionando la piel a disposición, asegurándose de dejar marca.

Y, oh, Harry sabía que la marca quedaría.

Los brazos de Draco se movieron, uno fue tras su espada y el otro sujeto uno de las piernas de Harry, encintando un ángulo para embestir más profundo.

Harry estaba extasiado, los brazos de Draco encajaban perfecto con su cuerpo, como echo para el.

Sintió un calorcito en su estómago y sabia, estaba cerca y cuando las caderas de Draco empezaron a tartamudear supo que el rubio también lo estaba.

–Draco voy-y ah..– Gimió Harry a mitad de la oración, aferrándose a la espalda del chico.

–Esta bien. Ven por mí, cariño.– Contesto el rubio, dando otro empujón y succionó fuertemente una parte sensible del cuello del ojiverde.

Eso fue todo lo que necesito Harry para correrse, sus ojos llendo hacia la parte posterior de su cabeza, su boca abierta en un grito silencioso.

Al correrse, las paredes internas apretaron aún más el miembro de Draco, haciendo que el rubio diera un último empujón y se corriera también adentro de Harry.

Luego de unos segundos de mente ida por el orgasmo Draco salió lentamente del ojiverde, acostándose a su lado en la cama de Harry y atrayendolo hacía el. Se durmieron así, abrazados, con Harry escondiendo su cara en el pecho del rubio.

Pero cuando Harry se despertó Draco ya no estaba, como siempre. ¿Por qué pensó que está vez sería diferente? No lo sabía. Pero lo que no era diferente era el pequeño vacío que quedaba en Harry cada que Draco se iba.

•••

–Volviste a verte con Malfoy ¿Verdad?– Ginny pregunto, estaban sentados en un banco que se encontraba en una plaza cerca de la casa del ojiverde.

Cake. [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora